El centro y el occidente de México siguen viviendo una escasez de combustible que ha ocasionado el cierre de gasolineras y largas filas de consumidores.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador explicó que la escasez es producto de una estrategia estatal para atacar el robo de combustibles, en lo que se conoce como "cartel de los Huachicoleros".
Desde el 21 de diciembre, el presidente ordenó el cierre de algunos oleoductos en los que se sospecha hay hurtos de gasolina con complicidad de funcionarios de la estatal de petróleos de México, Pemex.
El cierre de estos medios de distribución hizo que la empresa Pemex tuviera recurrir a la distribución con carros tanque, lo que ralentizó el proceso.
“Estamos cambiando el sistema de distribución, utilizando pipas y esto significa demoras, retrasos y desabasto en algunas gasolinerías”, explicó López Obrador.
Las autoridades reconocieron que no calcularon bien la logística de los carros cisterna para evitar el desabastecimiento, pero aseguró que no es causada por escasez en el inventario nacional.
Hasta ahora no se ha dado a conocer una fecha exacta en la que se espera resolver el problema.