Martín Vizcarra acudió al Congreso (aunque no estaba obligado por ley) junto a su abogado, Roberto Pereira, en el marco de una crisis que mantiene al país en vilo, en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus y la recesión económica.
"No me corro, no lo he hecho antes y no lo voy a hacer ahora", anunció Vizcarra al iniciar sus descargos. Luego se retiró del Congreso para dejar a su abogado en uso de la palabra.
"Planteo que se desestime el pedido de vacancia por la causal de incapacidad moral. Es evidente que esta moción adolece de una mínima elemental tipificación de los hechos", sostuvo Pereira en su alegato.
Antes de ello, Merino pidió evitar gestos de intolerancia a Vizcarra, dirigiéndose a parte de sus colegas presentes mientras que la mayoría sigue la audiencia por Internet, debido a medidas de bioseguridad establecidas por la pandemia.
El popular Mandatario corre el riesgo de ser cesado por el Congreso a 10 meses del fin de su periodo, y tener un destino parecido al de su predecesor, Pedro Pablo Kuczysnki, quien tampoco pudo culminar su mandato al verse forzado a dimitir por presiones del Parlamento.
Vizcarra está acusado de instar a dos asesoras a mentir en una investigación sobre los contratos de un cantante, según unos audios filtrados hace ocho días. Esto, llevó al Congreso a abrirle un juicio de destitución por "incapacidad moral".
Al iniciar el debate, que se extenderá hasta la noche, María Teresa Céspedes, vocera del conservador Frente Popular Agrícola del Perú (Frepap) dijo que su bancada apoyaría la moción de destitución porque "el Presidente ha mentido a la población".
"Es necesario que el Congreso ejecute la vacancia", dijo Céspedes, cuya bancada suma 15 votos.
"La rapidez con la que se ha hecho este proceso refleja una crisis de las instituciones, que desprestigia más ante la gente el sistema democrático", dijo el analista político Augusto Álvarez Rodrich.
Si es cesado, tomará las riendas del país el jefe del Congreso, un político de bajo perfil casi desconocido para los peruanos.
La sesión plenaria comenzó una semana después de que el Parlamento aprobara sentarlo en el banquillo por 65 votos a favor, 36 en contra y 24 abstenciones.
El debate que puede durar varias horas, antes de votar si sacan o no de la Presidencia a este ingeniero de provincia con 57 años, sin lazos con la élite política y económica limeña, no había terminado al cierre de esta edición pero tras varios apoyos que recibiera el Mandatario, se cree que no prospere.
Asimismo, los medios peruanos afirman que sus enemigos no contarían con los 87 votos necesarios para destituirlo, nadie puede anticipar el resultado del juicio político, pues ningún partido votaría en bloque.