La fiebre hemorrágica del Ébola mató a 1.905 personas en un año en República Democrática del Congo (RDC), anunciaron las autoridades sanitarias congoleñas el jueves, mientras que 844 pacientes se curaron.
"Desde el inicio de la epidemia, el cúmulo de casos es de 2.842, de los cuales 2.748 confirmados y 94 probables. En total, se han producido 1.905 decesos (1.811 confirmados y 94 probables) y 844 personas se han curado", indicó el ministerio de Sanidad en su boletín el miércoles.
La epidemia, declarada el 1 de agosto de 2018, había quedado contenida a las provincias de Kivu Norte (Beni, Butembo-Katwa y Goma) y, marginalmente, Ituri. En Uganda, país vecino, se han registrado dos casos.
"Ahora tenemos dos tratamientos: el mAb114 y el REGN-EB3. Son esas dos moléculas las que vamos a utilizar, porque según los resultados que hemos obtenido hasta ahora, son las dos más eficaces", explicó el martes el profesor Jean-Jacques Muyembe, coordinador de la lucha contra el Ébola en RDC.
Según las autoridades sanitarias estadounidenses, que cofinanciaron un estudio sobre el tratamiento del ébola, ambos medicamentos duplicaron la tasa de supervivencia.
La agencia de Naciones Unidas para la Infancia, no obstante, lanzó una advertencia en un comunicado el jueves: "el número de niños huérfanos o no acompañados de Ébola crece tan rápido como la propia epidemia".
La RDC lucha contra la décima epidemia de Ébola sobre su territorio desde la aparición de la enfermedad en 1976.
Los esfuerzos de respuesta se ven regularmente comprometidos por la inseguridad en una zona plagada de grupos armados y resistencia por parte de la población a protegerse adecuadamente.