Las Fuerzas Armadas de Rusia enviaron a la región de Nagorno Karabaj once aviones con militares y vehículos blindados que conformarán el contingente de paz ruso que Armenia y Azerbaiyán han aceptado que se despliegue en la línea de separación en esta región en disputa, según informó el Ministerio de Defensa ruso.
El acuerdo de alto al fuego firmado el lunes por el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estipula el despliegue de 1.960 militares rusos que ejercerán como fuerza de paz en la línea de separación en la zona, además de la devolución a las autoridades azeríes de varios distritos que tenía bajo su control Armenia desde el final de la última guerra. El pacto contempla la creación de un centro de supervisión conjunto del alto el fuego con participación de Rusia y de Turquía.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, subrayó que el despliegue de fuerzas de paz cumple con la legislación internacional y fue aprobado por las dos partes enfrentadas.
"Tenemos un documento, un decreto del Consejo de la Federación de Rusia emitido el 30 de septiembre de 2015 sobre el uso de las Fuerzas Armadas fuera del territorio de Rusia. La primera cláusula dice que se autoriza al presidente de Rusia a usar las Fuerzas Armadas fuera del territorio de la Federación de Rusia sobre la base de los principios reconocidos globalmente y de las regulaciones de la legislación internacional", explicó la portavoz del departamento que dirige Sergei Lavrov.
Desde el inicio de los combates a finales de septiembre hasta el acuerdo sobre el cese de hostilidades que ya han causado al menos 1.300 muertos, pero el número de víctimas es probablemente mucho mayor.
Cronología
El 27 de septiembre, las autoridades de Nagorno Karabaj anunciaron que Azerbaiyán había lanzado una campaña de bombardeos "a lo largo de la línea de contacto" y en Stepanakert, la capital del enclave. Bakú afirmó haber iniciado una "contraofensiva" en respuesta a una "agresión" armenia.
En ese contexto el presidente turco Recep Tayyip Erdogan pide a Armenia que ponga fin a su "ocupación de Nagorno Karabaj", asegurando que Turquía apoyará a Azerbaiyán "por todos los medios". Armenia afirma que un caza bombardero turco derribó a uno de sus aviones de combate pero Ankara lo negó.
Así las cosas el Kremlin pide a Turquía que no eche "más leña al fuego". El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reclama una "cesación inmediata de los combates".
El 1 de octubre, los presidentes de Rusia, Francia y Estados Unidos, cuyos países copresiden el Grupo de Minsk, encargado desde 1992 de la mediación en el expediente de Nagorno Karabaj, reclaman "el cese inmediato de las hostilidades". Al día siguiente Stepanakert fue blanco de fuego de artillería pesada.
Después de discusiones con la mediación rusa, los dos beligerantes acuerdan un alto el fuego "humanitario" y se comprometen a iniciar negociaciones el 10 de octubre. La tregua se rompe rápidamente.
Dos nuevas "treguas humanitarias" acordadas en París y Washington son violadas tan pronto como entran en vigor, frente a lo cual el primer ministro armenio afirma excluir toda posibilidad de una "solución diplomática".
El 2 de noviembre, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, evoca posibles crímenes de guerra tras ataques "indiscriminados" contra poblaciones civiles. Mientras que Azerbaiyán toma el control de la ciudad de Shusha, situada a sólo 15 kilómetros de Stepanakert.
Esa misma noche el primer ministro armenio anuncia la firma "increíblemente dolorosa" de un acuerdo para poner fin a los combates que prevé que los beligerantes mantengan las posiciones que ocupan.
Después de que una multitud de manifestantes enfurecidos denunciando el acuerdo porque, según ellos, invade la sede del gobierno armenio en Ereván, Rusia comenzó a desplegar las tropas de mantenimiento de la paz.