Un legislador aimara de oposición inició este martes una huelga de hambre para rechazar un eventual fallo del Tribunal Constitucional de Bolivia que favorezca una nueva candidatura del presidente Evo Morales para un cuarto mandato.
El diputado Rafael Quispe, de la centrista Unidad Democrática (UD), instaló su medida en la sede del tribunal, en la capital Sucre, para "que se rechace in límine (en el umbral) esta acción" del oficialismo para que sean anulados artículos de la Constitución que impiden una nueva reelección de Morales.
El legislador dijo que la huelga de hambre "no es una medida política sino el (pedido de) respeto a la Constitución y a los resultados del (referéndum del) 21 de febrero" del año pasado, que rechazó la reforma constitucional para habilitar a Morales a gobernar hasta 2025.
Quispe es conocido por sus denuncias por la defraudación de dineros destinados a proyectos indígenas, tema por el que guardan detención preventiva dos exministras indígenas sospechadas de corrupción.
Tras el rechazo en el referendo de 2016 a una nueva reelección de Morales, su partido Movimiento Al Socialismo (MAS) evaluó caminos para intentar la permanencia en el poder del líder indígena. Uno de ellos es el recurso entregado al Tribunal Constitucional.
Los ex presidentes Carlos Mesa (2003-2005) y Jorge Quiroga (2001-2002), y el líder de UD, Samuel Doria Medina, recurrieron en conjunto al Tribunal Constitucional para pedirle que se abstenga de aceptar el pedido del MAS.
Morales persiste en su planteamiento de habilitarse a una tercera reelección basado en que hizo una buen trabajo y que debe darle continuidad a su gestión, tomando como ejemplo la cuarta reelección de la canciller alemana Angela Merkel.
En el poder desde 2006, Morales ha ganado holgadamente tres elecciones presidenciales, en la última ocasión tras aprobar una nueva Constitución en 2009.