EL PRESIDENTE de Argentina, Mauricio Macri, visitará el miércoles a su par brasileño, Jair Bolsonaro, con el futuro del devaluado Mercosur en agenda y la expectativa de consolidar una alianza comercial entre las dos mayores economías de Sudamérica.
Será el primer encuentro entre ambos mandatarios, debido a la ausencia del argentino en la investidura de Bolsonaro el 1 de enero, aunque sí hubo diálogos telefónicos entre ellos.
Macri llegará hoy a Brasilia proveniente directamente de la Patagonia argentina, donde pasó tres semanas de descanso en familia, solo interrumpidas por algunas visitas protocolares y reuniones políticas.
"Es probable que la relación se centre en lo comercial porque en lo político las diferencias entre el ultraconservador Bolsonaro y el liberal Macri son enormes", estimó el analista internacional Bruno Binetti, integrante de Inter-American Dialogue.
En un país en recesión y en año electoral en el que buscará su segundo mandato, Macri necesita afianzar la balanza comercial con su principal socio comercial, del que a su vez es tercer socio.
Argentina aspira a beneficiarse del crecimiento de Brasil, luego de que sus exportaciones al vecino cayeron de casi 76.000 millones de dólares en 2013 a 58.400 millones en 2018.
Brasil cerrará 2018 con una tímida mejora del PIB de 1,3%, tras una caída acumulada de casi 7% entre 2015 y 2016 y prevé crecer 2,5% en 2019. Pero otros economistas opinan en cambio que la apertura de Brasil que impulsa Bolsonaro puede aumentar el impacto negativo sobre las empresas argentinas.
"Argentina tiene todo para perder. No solo por un Mercosur debilitado, incluso si no flexibiliza el acuerdo, si Brasil adopta una mayor apertura comercial las empresas argentinas serán castigadas por una competencia feroz de otros países, en particular asiáticos", advirtió la economista Paula Español de Radar Consultora.
A diferencia del fuerte impulso con carga ideológica que dieron a Mercosur los gobiernos de centroizquierda de la década pasada en la región, Bolsonaro advirtió que no está entre sus prioridades el bloque, cuyas bases sentaron en 1985 los expresidentes Raúl Alfonsín (Argentina) y José Sarney (Brasil).
En noviembre, tras el triunfo electoral de Bolsonaro, la ahora ministra de Agricultura Tereza Cristina da Costa había advertido que Brasil "trata de fortalecer el Mercosur y decir lo que quiere o, en un caso extremo, se retira. Pero no debe continuar como está. Es desventajoso para nosotros".
Aunque su desintegración no parece a la vuelta de la esquina, el Mercosur, que integran también Paraguay y Uruguay, estará en el centro de la agenda del encuentro bilateral.
Ambos presidentes coinciden en aspirar a que el Mercosur sea "un bloque más flexible, donde los países tengan la libertad de negociar acuerdos de libre comercio con terceros países en vez de negociar en conjunto como hasta ahora", pese a la resistencia de las industrias de ambos países, dijo Binetti a la AFP.
La lucha contra el narcotráfico y otros temas vinculados a la seguridad estarán presentes en la bilateral. Con malos resultados económicos, el gobierno argentino viene poniendo el tema en agenda y analistas prevén que será un caballito de batalla en la campaña electoral.
También tratarán sobre la situación en Venezuela, luego de que en el marco del Grupo de Lima Bolsonaro y Macri considerasen ilegítimo el nuevo mandato de Nicolás Maduro. Según Faurie, ambos presidentes emitirán una declaración conjunta sobre Venezuela.