ASIA y en especial China, brilla una vez más en el informe Pisa sobre calidad educativa, publicado ayer y en el cual Chile y Uruguay aparecen como los países latinoamericanos más destacados.
Publicado cada tres años desde 2000 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París, este informe, que evalúa las competencias en ciencias, matemáticas y comprensión de textos escritos de alumnos de 15 años, se ha convertido en una referencia mundial para organismos especializados y gobiernos.
Los mejores situados en el informe son cuatro ciudades y provincias chinas (Pekín, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang), seguidas por Singapur, Macao (China) y Hong Kong (China), y por cuatro miembros de la OCDE: Estonia, Canadá, Finalndia e Irlanda.
El informe concluye este año que uno de cada cuatro estudiantes en los países de la OCDE "no puede completar incluso las tareas de lectura más básicas", lo que significa que es probable que tengan dificultades "para encontrar su camino en la vida en un mundo digital cada vez más volátil".
Los ejercicios fueron presentados en mayo de 2018 a 600.000 jóvenes de 79 países y territorios, una muestra que representa a 32 millones de alumnos.
Varios países asiáticos figuran entre los mejores educados del mundo en lectura, ciencias y matemáticas, mientras los países latinoamericanos mejor educados en estas materias son Chile (puesto 43 sobre 79), Uruguay (48), Costa Rica (49) y México (53). Ninguno de ellos sobrepasa el promedio de la OCDE.
Los otros países de América Latina que han sido objeto del informe son Brasil (57), Colombia (58), Argentina (63), Perú (64), Panamá (71) y República Dominicana (76), y quedaron fuera del estudio Bolivia, Cuba, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Haití Honduras, Nicaragua, Paraguay y Venezuela.
En 2015 los mejores clasificados de la región también fueron Chile, que en 2018 incrementa su promedio, y Uruguay, que baja su media, seguidos por Costa Rica, Colombia y México.
España tampoco sobrepasa el promedio de la OCDE en ciencias y en matemáticas. Como los datos sobre comprensión lectora no fueron publicados, el país fue colocado al final del ranking sin precisar su ubicación.
Los países que, en cambio, este año sí han mejorado notablemente son Portugal, Suecia y Turquía.
"Sin la educación adecuada, los jóvenes languidecerán al margen de la sociedad, incapaces de enfrentar los desafíos del futuro mundo del trabajo, y la desigualdad seguirá aumentando", afirmó el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, al presentar el informe en París, en la inauguración de una conferencia de dos días sobre el futuro de la educación.
Según el informe, la mayoría de los países, particularmente en el mundo desarrollado, han visto pocas mejoras en su desempeño durante la última década, a pesar de que el gasto en educación aumentó en un 15% durante el mismo período.
En promedio, las chicas sobrepasan a los chicos en lectura en los países de la OCDE, mientras que en el mundo las diferencias más estrechas se dan en Argentina, Pekín, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang (China), Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Perú. En general los hombres están por encima de las mujeres en matemáticas, pero por debajo en ciencia.
"En muchos países asiáticos, la educación de los niños es la prioridad número uno, los profesores siguen formaciones de calidad y se invierte en los establecimientos que viven en dificultad", explica Éric Charbonnier, especialista de educación de la organización.
Solo los alumnos de 11 países y economías, incluido Australia, Canadá, Corea, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Japón, Noruega y Reino Unido, superan la media de la OCDE. "Estos países poseen los sistemas escolares más justos, donde los alumnos pueden triunfar independientemente de su situación" socioeconómica, señala el estudio.
Según el informe, las necesidades educativas de los adolescentes de 15 años han "cambiado de manera fundamental" con la llegada de los teléfonos inteligentes, que han transformado la forma de leer y de intercambiar información, al tiempo que la digitalización ha provocado la aparición de nuevas formas de escribir.
"Antes, los alumnos podrían encontrar respuestas claras a sus preguntas en los manuales aprobados por los gobiernos en los que podían confiar. Hoy encuentran cientos de miles de respuestas en línea y les corresponde a ellos determinar qué es verdadero y qué es falso", agrega.
La OCDE advierte también de que las asignaturas más fáciles de enseñar son también, a partir de ahora, "las más fáciles de digitalizar y automatizar".