El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha asegurado que "China podría haber impedido la muerte de cientos de miles de personas" si hubiese sido "transparente" al inicio del brote del nuevo coronavirus, convertido en una pandemia global con el paso de los meses.
Pompeo, que ha insistido en que Washington tiene "pruebas" de que el virus pudo originarse en un laboratorio, ha restado importancia a las aparentes discrepancias en el seno del Gobierno sobre el inicio de la pandemia, originada en la ciudad china de Wuhan.
Así ha dicho que todas las declaraciones son "completamente coherentes" entre sí, incluidas las del epidemiólogo Anthony Fauci, que en una entrevista concedida esta semana aseguró que todos los indicios apuntan a que el virus se originó en la naturaleza.
El jefe de la diplomacia norteamericana ha afirmado en rueda de prensa que Estados Unidos ha formulado "muchas peticiones formales" a China en busca de datos. Pekín "se niega a compartir información que necesitamos para mantener a salvo a la población", ha dicho Pompeo, que ha puesto como ejemplo el desconocimiento en torno al paciente cero.
En este sentido, ha alegado que no se trata de establecer "culpas", sino de "la necesidad actual de salvar vidas de estadounidenses.
El país norteamericano es a día de hoy el principal epicentro de COVID-19 a nivel mundial, con 1,2 millones de positivos y más de 71.000 fallecido.
"Siguen siendo opacos", ha insistido, en busca de respuestas que permitan no solo aclarar el origen de la actual pandemia, sino evitar que ocurra de nuevo.
Pompeo incluso ha ofrecido la asistencia de Washington en potenciales pesquisas, si bien Pekín no ha abierto la puerta por ahora a la ayuda internacional.
El secretario de Estado ha subrayado que Estados Unidos necesita "socios fiables" y ha apuntado que, en los últimos meses, otros países están comenzando a "entender los riesgos de hacer negocios con China".
Entre ellos ha citado a España, por el envío de material defectuoso desde el gigante asiático. "China no comparte los valores democráticos que tanto apreciamos", ni tampoco "los mismos intereses económicos", ha advertido Pompeo, crítico por la participación de China en la conferencia de donantes impulsada por la Unión Europea para hacer frente a la crisis sanitaria.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha "lamentado" la participación china en dicho foro y ha echado en falta un llamamiento en favor de la "transparencia" por parte de los socios europeos. Asimismo, ha señalado que "los ciudadanos europeos no tolerará que se mantengan las relaciones (con Pekín) como hasta ahora".