China exhortó a Estados Unidos a no "jugar con fuego" con respecto a Taiwán, en un momento en el que un alto responsable estadounidense concluía su visita en la isla con un homenaje al expresidente Lee Teng-hui.
"Respecto a las cuestiones sobre los intereses fundamentales de China, algunas personas en Estados Unidos no deberían hacerse ilusiones y no jugar con fuego", declaró un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, que recordó la oposición de su país a cualquier contacto oficial entre Estados Unidos y Taiwán "bajo cualquier pretexto".
China considera Taiwán como una de sus provincias y condena cualquier acto oficial entre la isla de 23 millones de habitantes y responsables extranjeros.
En un contexto de crecientes tensiones con Pekín sobre multitud de asuntos (pandemia, Hong Kong, derechos humanos, rivalidad comercial y tecnológica), el secretario estadounidense de Salud, Alex Azar, finalizó una visita de tres días a Taiwán.
Azar es el más alto responsable estadounidense que viaja a Taiwán desde 1979, año en el que Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Taipéi.
El secretario estadounidense visitó la tumba del expresidente taiwanés, Lee Teng-hui, y alabó el papel que jugó en la transición democrática de la isla. El expresidente falleció a finales de julio a los 97 años.
"El legado democrático del presidente Lee hará avanzar para siempre las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán", escribió el ministro estadounidense en un mensaje de pésame.
En los años 1990, Lee fue el artífice de la transformación de Taiwán en un Estado libre y moderno tras décadas de dictadura, convirtiéndose así en enemigo del régimen comunista.
Fue una destacada figura del movimiento que buscaba reconocer la isla como un Estado soberano.
La ONU no reconoce Taiwán como Estado independiente. Pekín amenaza con recurrir a la fuerza en caso de que Taipéi proclame oficialmente la independencia o de intervención exterior.
Washington y Taipéi presentaron el viaje de Azar como un encuentro para abordar las lecciones de la política taiwanesa en la lucha contra el coronavirus, que dejó menos de 500 casos y solo siete decesos en la isla, uno de los territorios que mejor gestionó la pandemia.
Entre tanto el gobierno de Hong Kong anunció la suspensión de los acuerdos de extradición suscritos con Alemania y Francia en represalia por la supuesta intromisión de ambos países en "asuntos internos", en particular por las medidas adoptadas a raíz de la nueva ley de seguridad nacional.
Alemania ya anunció a finales de junio la suspensión del tratado bilateral de extradición con Hong Kong, mientras que Francia optó por no seguir con el proceso de ratificación de dicho acuerdo. La antigua colonia británica ha respondido en la misma línea.
El Ejecutivo hongkonés lamentó que los países actuaran de forma "unilateral", aludiendo "entre excusas" a la ley de seguridad. Estas medidas, suponen "una interferencia en los asuntos internos de China y una violación de las leyes y normas básicas que rigen las relaciones internacionales" añadió.
El Gobierno de Carrie Lam acusó a Berlín y París de "politizar" la cooperación jurídica, que en el caso de Alemania se tradujo en un tratado suscrito en 2006 y que entró en vigor en 2009. El acuerdo con Francia estaba pendiente de ratificación desde 2017.