Delegados de Noruega llegaron el miércoles a Caracas para hablar con las partes
EL GOBIERNO venezolano busca cambios en el diálogo con la oposición para retornar a la mesa, congelada por el presidente Nicolás Maduro en rechazo a sanciones económicas de Estados Unidos, dijo el canciller Jorge Arreaza.
Tras firmar un memorando que condena el "bloqueo" estadounidense, Arreaza confirmó que se reunirá en Caracas con delegados del gobierno de Noruega -que media en las negociaciones- para impulsar el proceso que intenta poner fin a la grave crisis política interna.
"Habrá contacto (con los enviados) y seguramente lograremos restablecer ese diálogo con un mecanismo repensado, con una reflexión necesaria, que es este momento en el que estamos", declaró el canciller a periodistas en la plaza mayor de la capital.
Delegados de Noruega se encuentran en Venezuela para insistir en un diálogo entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro, que congeló las conversaciones hace una semana, informó este miércoles el opositor Juan Guaidó.
"No hay una fecha planteada (para una nueva ronda de diálogo), pero sí están aquí representantes del reino de Noruega", que "insiste con el mecanismo de negociación", dijo a periodistas Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países.
Los enviados del gobierno noruego -que media en las discusiones emprendidas a mediados de mayo- viajaron a Caracas luego de que el pasado 7 de agosto Maduro suspendiera el proceso en rechazo al congelamiento de los activos del país petrolero en Estados Unidos.
El miércoles el opositor Juan Guaidó, jefe parlamentario reconocido como mandatario encargado por medio centenar de países, reveló que los emisarios noruegos se encontraban en el país para insistir en las conversaciones.
"Aquel mecanismo que tuvimos hasta hace una semana, el resultado fue el bloqueo, el ataque, el seguir apelando a la conspiración, al golpe de Estado", denunció Arreaza, miembro del equipo negociador.
"Tenemos que tener un mecanismo que garantice la paz, la convivencia, la coexistencia entre todos", añadió.
Maduro acusa a Guaidó de promover las sanciones que el pasado 5 de agosto congelaron los activos del país petrolero en Estados Unidos y advierten con represalias a las empresas que negocien con el gobierno de Maduro, así como con personas naturales o jurídicas vinculadas a la que Washington tacha de "dictadura".
Alegando que la negociación había recibido una "puñalada trapera" de Donald Trump, con el aplauso de la oposición, Maduro suspendió el 7 de agosto el viaje de sus delegados a Barbados, sede de las conversaciones. Arreaza insistió una vez más en que el proceso no se ha roto.
Maduro "le puso una pausa, nosotros no nos hemos retirado del proceso de diálogo con las oposiciones políticas", sostuvo el funcionario, retomando una expresión del chavismo para recalcar que sus adversarios están divididos entre quienes quieren una salida pacífica y los que piden una intervención militar, no descartada por Trump.
Guaidó, quien sostiene que hará uso de todas sus cartas para expulsar a Maduro del poder este año, ha dicho que no transará por menos de nuevas elecciones presidenciales.