Los precandidatos demócratas opusieron el martes sus posturas en un debate camino a las primarias de Estados Unidos y las propuestas izquierdistas de Bernie Sanders y Elizabeth Warren fueron blanco de críticas por parte de los aspirantes más moderados.
Sanders y Warren, casi empatados en los sondeos con 16% y 14% y críticos respecto al poder de las finanzas y de Wall Street, buscaron imponerse para dirimir quién de ellos portará la antorcha del progresismo en las elecciones primarias de Estados Unidos, que comienzan en Iowa el 3 de febrero.
Fueron los primeros en subir al escenario y se saludaron afectuosamente al inicio del debate, que tuvo lugar en Detroit, Michigan, uno de los estados "pendulares" -que fluctúan su apoyo entre demócratas y republicanos- y donde se impuso el presidente Donald Trump en 2016.
Warren defendió un "cambio grande y estructural" y advirtió que la falta de voluntad política frente al presidente Donald Trump va a dejar intacto un sistema "amañado que ha ayudado a los ricos y a quienes tienen buenas conexiones, dejando en el suelo a todo el resto".
Sanders, en liza nuevamente tras perder la candidatura ante Hillary Clinton en la carrera de 2016, quien defiende un programa de atención universal de salud conocido como "Medicare para todos", la legalización de la marihuana y un alza del salario mínimo a 15 dólares por hora, llamó a "transformar la economía y el gobierno" y citó el ejemplo de Canadá, como un país donde la salud es "un derecho humano".
Pero ambos recibieron críticas de parte de los candidatos más moderados.
"Podemos seguir el camino por el que nos quieren llevar el senador Sanders y la senadora Warren, con malas políticas como el 'Medicare para todos', todo gratis y promesas imposibles que van a repeler a los votantes independientes y hacer que Trump sea reelegido", dijo el excongresista John Delaney.
Warren se defendió: "Voy a ser clara en esto. Nosotros somos los demócratas. No estamos tratando de quitarle la atención médica a nadie. Eso es lo que los republicanos están tratando de hacer".
Los aspirantes de bajo perfil, como la senadora Amy Klobuchar y el exgobernador de Colorado John Hickenlooper, ambos con menos del 2% en las encuestas, lucharon por mantener vivas sus campañas.
Es que hay mucho en juego, ya que el partido busca a su mejor candidato para desafiar a Trump. Es probable que el debate deje aspirantes por el camino, tal vez a la mitad, antes del próximo duelo verbal en septiembre.
Dado el nutrido contingente de 20 aspirantes a la candidatura por el Partido Demócrata, el debate debió dividirse en dos: la primera este martes, en tanto el miércoles tendrá lugar la segunda, con el esperado duelo entre el exvicepresidente Joe Biden y la senadora Kamala Harris.
- Tema racial -
Biden encabeza hasta ahora la carrera demócrata para enfrentar a Trump, que busca la reelección en los comicios de 2020, con cerca del 32% de las preferencias, según el promedio de sondeos de RealClearPolitics.
"Creo que está fuera de forma, pero personalmente, creo que va a ser Joe el dormido", dijo Trump en la Casa Blanca cuando los periodistas le preguntaron quién pensaba que iba a imponerse en la primaria demócrata.
En el primer debate demócrata, que tuvo lugar a fines de en Miami, Florida, el exvicepresidente fue duramente asediado por Harris (10,5%), una política californiana negra que lo confrontó sobre temas raciales.
El asunto racial esta muy presente después que en las últimas semanas Trump atizara las divisiones con ataques a legisladores negros y pertenecientes a minorías étnicas.
Según una encuesta publicada este martes, un 51% de los votantes piensa que Trump es racista, percepción que sube a un 55% entre los electores de origen latino.
La asociación Latino Victory Fund lanzó una campaña este martes para que el electorado latino se concentre en las elecciones más que en las primarias demócratas.
"Los latinos simplemente no pueden permitirse cuatro años más de Trump como presidente", dijo la organización, que denunció a las políticas del presidente como "perjudiciales" para la comunidad latina.
Según Pew Research, en 2016 Trump obtuvo un 28% del voto de los latinos.
Sanders se define como un socialista democrático y defiende la necesidad de una "revolución política" en Estados Unidos. Por su lado, Warren dice ser capitalista, aunque aboga por una mayor regulación de los mercados.
Pero estas posturas y la mera mención de la palabra socialismo en Estados Unidos abrieron una veta para las críticas de Trump, quien advierte que todos los candidatos demócratas para 2020 abrazan "un socialismo radical".