La propagación de COVID-19 y la cancelación de vuelos en cascada, primero con Asia y ahora con Italia, hacen temblar al sector del transporte aéreo, que teme quiebras y pide ayuda a los gobiernos.
Tras Asia, ahora es Italia donde los desplazamientos en todo el país han sido limitados desde el lunes, la más afectada por el coronavirus.
Después del anuncio del confinamiento en Italia, España fue este martes el primer país en anunciar la suspensión de todas las conexiones aéreas con dicho país hasta el 25 de marzo.
Por su parte, Air France anunció que redujo su servicio a este país en un 50%, frente al 30% anterior, y Ryanair suspendió todos sus vuelos a la península, al igual que la compañía húngara de bajo costo Wizz Air.
La epidemia que comenzó en China a finales de diciembre está provocando la crisis más grave para el sector del transporte aéreo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU y la crisis financiera de 2008-2009. Esta última hizo que el sector cayera en picado para luego volver a crecer, en 2010.
Desde hace más de un mes, las compañías aéreas y los aeropuertos deben hacer frente a la vez a medidas de confinamiento -como en China o Italia-, la prudencia de los turistas que retrasan sus viajes y las cancelaciones en cascada de ferias y de desplazamientos profesionales.
Algunas, como Lufthansa, han tenido que dejar parte de sus aviones en tierra, mientras que otras, como Air France, realizan el mantenimiento anticipado de sus aeronaves o las redistribuyen en zonas menos afectadas.
La preocupación es generalizada en el sector, sobre todo porque la temporada del verano (boreal), habitualmente buena para el transporte aéreo, comenzará a principios de abril, ya lastrada por importantes pérdidas de tráfico hacia Asia, sobre todo China, y ahora Italia.
Por su parte, la compañía aérea Iran Air anunció este martes que reanuda sus vuelos a Europa, tras haberlos suspendido durante dos días debido a una decisión supuestamente vinculada a una prohibición a sus aviones en el cielo europeo.
Choque sin precedentes
En Europa, el descenso de la asistencia a los aeropuertos fue del 13,5% en los tres primeros meses del año, según ACI Europe, que agrupa a 500 aeropuertos en 46 países.
La compañía aérea francesa Air France anunció este martes la suspensión de todos sus vuelos a y desde Italia entre el 14 de marzo y el 3 de abril, a causa de la propagación de la epidemia COVID-19 en este país.
Hasta el 14 de marzo, Air France mantendrá un vuelo diario a cada uno de sus destinos en Italia para permitir a los clientes que lo deseen anticipar su viaje", precisó en un comunicado la compañía francesa.
La compañía aérea de bajo costo Norwegian Air Shuttle canceló unos 3.000 vuelos entre mediados de marzo y mediados de junio.
Y en el otro lado del Atlántico, American Airlines y Delta cancelarán vuelos adicionales para hacer frente a la epidemia.
Southwest, una de las principales compañías estadounidenses, reducirá de un 20% a un 25% sus vuelos internacionales y de un 10% a un 15% en Estados Unidos y Canadá.
Ante este "choque sin precedentes" para la industria del transporte aéreo, la ACI pidió al gobierno italiano que aplique medidas de apoyo de emergencia.
Muchas compañías aéreas han pedido a la Comisión Europea una "moratoria" para derogar una regla que exige a los transportistas el uso del 80% de las franjas horarias aéreas asignadas, para poder conservarlas en la temporada siguiente y así evitar tener que garantizar "vuelos fantasmas", sin pasajeros, para no perderlas.
La comisión indicó este martes que va a "presentar rápidamente" un proyecto de ley en este sentido.