DESDE que Reino Unido le concedió la independencia al Raj Británico, conformada por la actual India y Pakistán (que, a su vez, se dividió eventualmente entre el actual Pakistán y Bangladés), y con la subsecuente partición de estos países en 1947, inició también una disputa que no ha logrado ser resuelta por la región de Cachemira.
La totalidad de Cachemira está repartida en tres países: India (45%), Pakistán (35%), y en menor proporción, China (20%). Las dos naciones del sur de Asia han sido rivales en tres guerras: en 1948, 1965 y 1971, de las cuales dos han sido por Cachemira.
Historia
Cuando se hizo la división en 1947, la parte india de Cachemira, un principado y hoy uno de los estados de India, estaba compuesto por una población de mayoría musulmana, pero era gobernado por Hari Singh, un majará (príncipe) hindú, quien decidió anexarse a India, en vista de la invasión de las tribus del noroeste de Pakistán y sin tener en cuenta el deseo de su pueblo de hacer parte del nuevo estado pakistaní.
Los meses que siguieron la decisión del majará se caracterizaron por fuertes combates entre las fuerzas indias y pakistaníes. Estos enfrentamientos son conocidos como la primera guerra indo-pakistaní, hasta que las dos partes acordaron un cese al fuego para dar paso a la división de los territorios. De esta forma, la parte india recibió el nombre de Jammu y Cachemira, que actualmente es uno de los 29 estados del país, mientras que la parte pakistaní se llamó Azad Cachemira y Gilgit Baltistán.
Como resultado de esta guerra, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 47, por medio de la cual, además de imponer un cese al fuego inmediato en la región, también ordenó la retirada de las fuerzas pakistaníes, agregó que India debía tener una presencia militar mínima y declaró que “el gobierno de la India debería comprometerse a establecer en el estado de Jammu y Cachemira una Administración encargada de hacer celebrar un plebiscito, tan pronto como sea posible, sobre la cuestión de la incorporación del Estado a la India o a Pakistán”.
En un principio, se había acordado realizar el plebiscito, pero después de que Pakistán no retiró sus tropas de Cachemira, se violaron las condiciones para poder llevar a cabo el plebiscito. La disputa continuó.
A la competencia por la región se sumó China en 1962, cuando se enfrentó a India y salió victoriosa, logrando administrar la región china llamada Aksai Chin.
En 1965 y 1971 India y China se enfrentaron de nuevo. En 1965, Pakistán intentó infiltrar soldados para facilitar una insurgencia y durante cinco meses (entre abril y septiembre), murieron miles de soldados tanto de un bando como del otro. Los enfrentamientos se detuvieron con ayuda de Naciones Unidas y una orden de cese al fuego y la firma de la Declaración de paz de Tashkent.
Seis años después, en 1971, se libró la tercera guerra indo-pakistaní, desencadenada por la Guerra de Liberación de Bangladés, en la cual la entonces primera ministra de India, Indira Gandhi, mostró un apoyo incondicional a la lucha de lo que en ese momento se conocía como Pakistán Oriental. Como consecuencia de esto, aumentaron las tensiones entre India y Pakistán y los últimos, en diciembre, lanzaron operaciones en contra de ocho aeropuertos al nororiente de India, a lo que las fuerzas indias respondieron con una serie de ataques aéreos.
Al contar con enemigos armados tanto por parte de India como de Bangladés, Pakistán terminó rindiéndose y el 16 de diciembre de 1971, los comandantes de ambas partes firmaron el acta de rendición, pero las disputas no terminarían aquí.
En 1989 se creó una insurgencia separatista armada en Cachemira y desde entonces, se han enfrentado con las fuerzas paramilitares indias que responden con violencia a sus ataques.
A pesar de los esfuerzos por llegar a la paz, como la reunión del general Pervez Musharraf y Atal Behari Vajpayee en 2001 y la declaración del cese al fuego en mayo de 2003, se han seguido presentando ataques por parte de la insurgencia y las tensiones no cesan.
Actualidad
Actualmente, India acusa a Pakistán de dar refugio a grupos rebeldes separatistas, como el Jaish-e-Mohammad (JEM), a pesar de que este grupo fue proscrito en Pakistán desde 2002, afirmaciones que Islamabad ha rechazado.
Por su parte, activistas acusan a India de cometer violaciones de derechos humanos y la región ha luchado por lograr la independencia de India desde finales de la década de los 80. Algunos buscan unirse a Pakistán, mientras que otros esperan que se conforme un estado independiente.
Las tensiones entre los países vecinos aumentaron el miércoles pasado, cuando Pakistán e India se enfrentaron en un combate aéreo a lo largo de la disputada frontera con Cachemira, siendo esta la primera vez en décadas, donde afirmaron haber derribado los aviones de combate de parte y parte.
En un intento por disipar las tensiones, Pakistán entregó a un piloto que fue capturado durante el enfrentamiento del miércoles. Abhinandan Varthaman fue entregado a las autoridades indias el viernes, pero aún no ha dado declaraciones a la prensa.
Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía, entre muchos otros Estados, han pedido a ambos países que solucionen sus diferencias por medio del diálogo.
Las frecuentes protestas en Jammu y Cachemira, junto con la represión y militarización por parte de las autoridades indias y la inconformidad de un pueblo musulmán que no se siente identificado con el país en el que viven, parece indicar que esta es una disputa que, a pesar de los esfuerzos que se han adelantado por alivianar las tensiones, está lejos de ser resuelta con India, intentando aferrarse al único estado que cuenta con mayoría musulmana, y Pakistán sosteniendo que, para empezar, la autoridad del Majará no era válida y que la misma insurgencia presente en el lugar es una muestra de que el pueblo no se identifica ni quiere pertenecer a ese país.