Estados Unidos y Reino Unido buscarán la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras "las imágenes de Bucha", la ciudad ucraniana donde fueron hallados decenas de cadáveres de civiles.
"Las imágenes de Bucha y la devastación a lo ancho de Ucrania requieren que hagamos coincidir nuestras palabras con nuestras acciones", dijo la embajadora de Washington en las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, en un tuit.
"No podemos permitir que un Estado miembro que está subvirtiendo todos los principios que estimamos siga participando" en el Consejo, añadió.
"Ante las fuertes evidencias de crímenes de guerra, incluidos los informes sobre fosas comunes y la atroz matanza de Bucha, Rusia no puede seguir siendo miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Rusia debe ser suspendida", declaró la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Periodistas independientes internacionales hallaron el fin de semana cuerpos con ropas civiles, algunos con sus manos atadas, en la ciudad de Bucha, afuera de la capital ucraniana Kiev, tras la retirada de tropas rusas.
El alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo que muchos "fueron asesinados a tiros, en la nuca".
La escala de las matanzas aún se investiga, pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, señaló que se han recuperado los cuerpos de 410 civiles.
Suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos requeriría el voto a favor de dos tercios de la Asamblea General de la ONU. Una medida así ya se tomó en el pasado contra Libia.
"Rusia no debe tener una posición de autoridad en ese organismo, ni debemos permitir que utilice su asiento en el Consejo como herramienta de propaganda para sugerir que tiene una preocupación legítima por los derechos humanos", dijo Thomas-Greenfield.
Es un genocidio: Zelenski
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió reconocer el "genocidio" supuestamente perpetrado por las tropas rusas luego de que cientos de cadáveres fueron encontrados cerca de Kiev, provocando duras condenas y llamados a intensificar las sanciones contra Moscú.
"Son crímenes de guerra y serán reconocidos como genocidio", dijo Zelenski a los medios desde Bucha, una localidad al noroeste de la capital donde el fin de semana se descubrieron cadáveres de civiles, algunos con las manos atadas detrás de la espalda.
"Ustedes están aquí hoy y ven lo que ha pasado. Sabemos que miles de personas han sido asesinadas y torturadas con las extremidades cortadas, las mujeres violadas, los niños asesinados", dijo, vestido con un chaleco antibalas.
Rusia responde
Rusia negó su responsabilidad y sugirió que las imágenes eran montajes. Es una "atroz provocación de radicales ucranianos", reaccionó el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas.
Sin embargo, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, "horrorizada" por las imágenes de Bucha, pidió que se preservaran todas las pruebas.
En esa línea, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que la UE estaba dispuesta a enviar equipos de investigadores a Ucrania para ayudar reunir pruebas sobre presuntos crímenes de guerra.
"Enterramos a todos"
Las tropas ucranianas al recuperar Bucha descubrieron decenas de cadáveres esparcidos en las calles.
La escala de las matanzas aún se investiga, pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, señaló que se han recuperado los cuerpos de 410 civiles.
El alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo a AFP que 280 cadáveres fueron llevados a fosas comunes porque era imposible enterrarlos en los cementerios que están al alcance de los disparos.
La firma de imágenes satelitales Maxar presentó fotos que indicó son de una fosa común en el predio de una iglesia local.
El trabajador municipal Serhii Kaplychnyi dijo a la agencia AFP que las fuerzas rusas inicialmente se negaron a permitir a los pobladores enterrar a los muertos en Bucha.
"Dijeron que mientras hiciera frío los dejáramos allí", sostuvo. Cuando finalmente pudieron recuperar los cuerpos, "cavamos una fosa común con un tractor y enterramos a todos", contó.
Ucrania también acusó a Rusia de "tratos inhumanos" a los prisioneros de guerra.
Liudmila Denisova, responsable de derechos humanos del Parlamento ucraniano, dijo que los soldados ucranianos recientemente liberados contaron cómo "los mantenían en un campo, en una fosa, en un garaje".