El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, reiteró ayer de manera categórica que las destituciones por el Parlamento de jueces y del fiscal general son "irreversibles", con lo que rechazó el llamado norteamericano a restituirlos en sus puestos. Esta fue una “sugerencia”que hizo el enviado especial de Washington, Ricardo Zúñiga, en visita a San Salvador.
"Para las voces que aún piden que volvamos al pasado, con mucho respeto y cariño les digo lo siguiente: los cambios que estamos realizando son irreversibles", aseguró Bukele en su cuenta de Twitter.
A este respecto, es importante recordar que el pasado primero de mayo se instaló la Asamblea Legislativa, constituida en su mayoría por los aliados del presidente, quien en su momento destituyó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema y al Fiscal general, Raúl Melara. Esto provocó una condena tanto en la arena internacional como en sectores de la oposición que denunciaron un atentado contra la separación de poderes.
"Nosotros tanto en el Congreso como en el Ejecutivo, pensamos que lo correcto, lo mejor, sería volver a una situación apegada a la Constitución", aseguró Ricardo Zúniga, durante una entrevista a la Telecorporación Salvadoreña de Televisión (TCS) en el último día de una visita de tres días a El Salvador.
"Nuestro punto de vista es que la decisión del primero de mayo no fue apegada a la ley, ni a la Constitución, ni al procedimiento legal de la Constitución en el caso de los magistrados ni del Fiscal General", destacó el enviado especial de la Casa Blanca, quien añadió que, “para nosotros lo mejor sería restaurar la situación que había al 30 de abril".
El enviado especial de Joe Biden para el Triángulo Norte de Centroamérica sostuvo que Washington continuará hablando con el gobierno salvadoreño y con los "socios y aliados" en la comunidad internacional para "buscar una manera de volver al marco constitucional".
Una respuesta contundente
Pero ante eso Bukele fue claro: "No vamos a volver al pasado, iremos hacia el futuro. Quisiéramos que nos acompañaran, pero si no lo desean, los comprendemos. Bendiciones".
Apoyado con una mayoría en el Parlamento (su partido Nuevas Ideas y su aliado Gana abarcan ambos 61 de los 84 escaños), el mandatario también eliminó los beneficios tributarios de los que gozaban desde 1950 los diarios, en su mayoría críticos del poder.
Adicionalmente, el mandatario centroamericano dijo estar "limpiando la casa", y defendió las destituciones de jueces y del fiscal señalando que no son de "incumbencia" de la comunidad internacional.
No obstante, 12 organizaciones de la sociedad civil pidieron en una carta abierta a Zúniga, a que interceda para restaurar el orden constitucional en El Salvador impulsando "una agenda mínima de solución (a la crisis política)".
China, una preocupación
Punto aparte, el enviado de Estados Unidos también dejó clara la preocupación de Washington sobre el papel de China en Centroamérica, que según analistas locales busca acercarse a un gobierno salvadoreño enfrentado a una deuda externa que ronda el 90% del PIB y que cubre con préstamos buena parte del presupuesto anual.
"Nosotros sí estaríamos preocupados de que existiese en Centroamérica una presencia importante de China", dijo Zúñiga, evocando una "competencia entre la democracia y los poderes autoritarios en el mundo".
De acuerdo con el funcionario, Estados Unidos "representa un mundo en el cual los salvadoreños pueden prosperar", mientras que China "es una opción autoritaria más cerrada y más dirigida por el Estado en vez de la población. Claro que siempre estamos preocupados cuando hay posibilidad de una expansión de esa visión de China".
Es importante referir que Estados Unidos es el principal socio comercial de El Salvador, y en su territorio viven 2,5 de los tres millones de salvadoreños que residen en el exterior y el envío de sus remeses representa el 22% del PIB del país.