El parlamento británico celebrará el próximo martes la histórica votación sobre el acuerdo de Brexit negociado por la primera ministra Theresa May y ante la perspectiva de que sea rechazado crece la especulación sobre la posibilidad de aplazar la fecha de salida de la UE.
"La primera ministra dijo al ejecutivo esta mañana que (...) el debate será abierto mañana por Steve Barclay, el ministro para el Brexit" y que ella misma "cerrará el debate el martes 15 de enero, día en que tendrá lugar la votación", afirmó el portavoz de Downing Street a los periodistas.
Inicialmente, la Cámara de los Comunes debía votar el texto, fruto de 17 meses de difíciles negociaciones con Bruselas, el 11 de diciembre.
Sin embargo, ante la evidencia de que se encaminaba a un estrepitoso fracaso, May anuló la sesión en el último momento y afirmó que pediría nuevas garantías a sus socios europeos para calmar las preocupaciones de los legisladores.
Cuatro semanas después, el parlamento debe reanudar el miércoles las sesiones de debate, que en principio serán cinco hasta la votación del próximo martes por la noche.
El acuerdo choca con la oposición de los diputados euroescépticos y de los proeuropeos y, dado que May no parece haber obtenido ninguna nueva concesión de la UE, parece destinado a ser rechazado por la cámara.
"La primera ministra dijo que seguía pidiendo garantías a la UE", aseguró el portavoz.
La jefa de gobierno conservadora lleva semanas esforzándose por convencer a los legisladores de que no tumben el texto afirmando que, ante la proximidad de la fecha fijada, el 29 de marzo, la única alternativa sería un Brexit sin acuerdo que tendría caóticas consecuencias económicas y sociales para el país.
Sin embargo, diputados eurófilos de izquierdas y de derechas militan por la organización de un segundo referéndum sobre la salida de la Unión Europea, mientras que el opositor Partido Laborista espera que un rechazo del acuerdo precipite la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
- ¿Aplazamiento? -
Ambas opciones, así como la renegociación que exigen los euroescépticos pese a que Bruselas ya la haya descartado, necesitarían retrasar la fecha oficial del Brexit.
En este contexto, varios diarios británicos afirmaron el martes que altos funcionarios británicos estarían hablando con responsables europeos sobre la posibilidad de aplazar la salida más allá del 29 de marzo, como prevé el Artículo 50 del Tratado de la UE.
El secretario de Estado británico Martin Callanan reiteró este martes la voluntad del gobierno de May de que Reino Unido abandone la UE en la fecha prevista.
"Somos muy claros. La política del gobierno británico es que el Artículo 50 no se extenderá. Nos vamos de la UE el 29 de marzo", aseguró a su llegada a una reunión de los ministros de Asuntos Europeos en Bruselas.
Preguntada también sobre una eventual extensión, la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, descartó pronunciarse sobre "hipótesis", asegurando que "las autoridades británicas no lo han solicitado".
Una petición de extensión del Artículo 50 debería ser aprobada por unanimidad por los Estados miembros de la UE.
"Si se hace tal petición, nosotros no nos opondremos", declaró el ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, en rueda de prensa tras reunirse en Dublín con su homólogo alemán.
Fuentes europeas contactadas por la AFP afirmaron que Reino Unido discute desde hace semanas con responsables europeos sobre la posibilidad de retrasar la fecha del Brexit.
"Está claro que todo el mundo tiene en mente que esta posibilidad existe", dijo a la AFP un diplomático europeo, precisando sin embargo que "es una opción muy hipotética y no un escenario que nadie privilegie".
Según la misma fuente, una eventual extensión sería "estrictamente limitada a unas semanas o meses" y podría ir como máximo hasta finales de junio o principios de julio, cuando se constituya la nueva Eurocámara tras las elecciones al parlamento europeo de mayo.