El fiscal general de Brasil denunció este viernes a la cúpula del partido del presidente Michel Temer en el Senado, incluido al exmandatario José Sarney, por formar una organización criminal para desviar recursos públicos y obtener sobornos de Petrobras.
"Los denunciados (...) son acusados de recibir sobornos de 864 millones de reales (USD 280 millones) y generar daños de 5.500 millones de reales (USD 1.777 millones) a los cofres de Petrobras y 113 millones (USD 36,5) a los de Transpetro", afirmó el Ministerio Público en un comunicado.
La acusación señala a siete miembros del PMDB -entre los que está Sarney (1985-1990), el poderoso expresidente del Senado Renan Calheiros y otros legisladores-, de hacer de la estatal una de las "principales fuentes de recursos ilícitos" para ellos y para la formación de centro-derecha.
La "organización criminal" se habría constituido en 2002 después de la elección del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) quien, según el fiscal Rodrigo Janot, habría usado los puestos en la petrolera como medio para negociar una base aliada más robusta para su Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
"En común, los integrantes del PT, del PMDB y del PP querían recaudar recursos ilícitos para financiar sus proyectos propios. Así, decidieron juntarse y dividir los cargos públicos más relevantes, de forma que todos pudieran de alguna manera tener aseguradas las fuentes de ventajas indebidas", argumenta el escrito.
Según la investigación, estas formaciones se habrían repartido el control de algunos de los departamentos de Petrobras y su subsidiaria Transpetro desde donde negociaban suculentos contratos.
Esta nueva denuncia de Janot, quien finaliza su periodo de cuatro años como fiscal general el próximo 17 de septiembre, llega apenas días después de haber formulado otra similar contra Lula, su sucesora en la presidencia Dilma Rousseff (2011-2016) y varios dirigentes del PT.
A la espera de que el Supremo Tribunal Federal (STF) decida si la acepta, el PMDB reaccionó afirmando que la acusación "carece de pruebas" y está basada en delaciones "direccionadas y "poco confiables".
En una gestión marcada por haber denunciado a importantes figuras políticas, Janot ya acusó a Temer en junio por "corrupción pasiva", en base a una conversación grabada por uno de los dueños de la empresa cárnica JBS en la que el mandatario parecía consentir el pago de un soborno a un diputado preso para comprar su silencio.
La Cámara de Diputados rechazó sin embargo en agosto encaminar el caso a la corte suprema.
Antes de dejar el cargo, se espera que Janot presente una segunda denuncia contra Temer, por obstrucción a la justicia o asociación criminal.