Se decomisaron también 17,86 toneladas de cocaína y 217,09 toneladas de marihuana gracias al trabajo de policías y militares.
Bolivia erradicó en 2018 un total de 11.174 hectáreas de cultivos de coca y decomisó unas 235 toneladas de cocaína y marihuana, informaron este jueves autoridades de ese país en la evaluación de tareas de fin de año.
El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, destacó que una fuerza combinada de policías antinarcóticos y militares superó las previsiones oficiales: "Es una sumatoria de esfuerzos con un gran resultado: 11.174 hectáreas (de cultivos de coca) erradicadas en la presente gestión", afirmó Romero, durante un acto público en un cuartel del poblado cocalero de Chimoré (centro), al que acudió el presidente Evo Morales.
"Han superado nuestras expectativas", dijo Romero a los 1.700 policías y militares que integran la denominada Fuerza de Tarea Conjunta (FTC). A mediados de este año, el gobierno había previsto eliminar hasta 8.000 hectáreas de cultivos de coca a fines de diciembre.
Morales, histórico líder de los cocaleros bolivianos, destacó que las tareas de erradicación se realizan mediante acuerdos con los campesinos y sin presiones de Estados Unidos.
"Antes, las políticas de lucha contra el narcotráfico eran bajo el dominio imperial; ahora es con el control social del pueblo, esa es la profunda diferencia", afirmó.
En 2017, el país había logrado destruir un total de 7.237 hectáreas de coca. El récord había sido alcanzado en 2013, cuando se eliminaron 11.407 hectáreas, según datos oficiales.
El jefe de la policía antidrogas, Marco Antonio Ibáñez, destacó en el mismo acto el trabajo realizado, "obteniendo importantes resultados en secuestros de droga, con un total de 234,95 toneladas".
Detalló que se decomisaron 17,86 toneladas de cocaína (10,41 de pasta base y 7,45 de clorhidrato) y 217,09 toneladas de marihuana (8,41 en estado seco y 208,68 en estado natural), cifras cercanas a los resultados en 2017.
Según las Naciones Unidas, hasta 2017 existían en el país 24.500 hectáreas de coca, por encima de las 22.000 que permite una ley para fines como el mascado, la infusión y los rituales religiosos andinos.
Pese a los esfuerzos por erradicar coca, materia prima para fabricar cocaína, el replantado por parte de campesinos es constante en Bolivia.
Bolivia es tercer productor mundial de coca y cocaína, según datos de Naciones Unidas, tras Colombia y Perú