LA carrera por la sucesión de la primer ministra británica Theresa May concluyó ayer con el cierre de la votación de los miembros del Partido conservador, y salvo una sorpresa Boris Johnson será este martes proclamado ganador.
Favorito en los sondeos y entre los militantes del Partido Conservador, a Johnson le esperan dificultades internas frente a un sector de su agrupación, en desacuerdo con su estrategia sobre el Brexit, y la crisis diplomática con Irán.
"BoJo", como le llaman, de 55 años, exalcalde de Londres y exministro de Relaciones Exteriores, se opone en la carrera a Jeremy Hunt, de 52 años, su sucesor al frente de la diplomacia británica.
Según una encuesta publicada por el blog conservador "Conservativehome", ganaría con 73% de los sufragios de los 160.000 miembros del partido. La votación concluyó a las 16H00 GMT y los resultados serán anunciados este martes en la mañana.
El vencedor será designado jefe del Partido Conservador y se presentará el miércoles ante la reina Isabel II, quien le confiará la responsabilidad de formar el gobierno.
Le corresponderá tener éxito en lo que May fracasó: poner en marcha el Brexit, en un país siempre profundamente dividido sobre el asunto, tres años después del referéndum del 23 de junio de 2016.
El futuro jefe del gobierno deberá además encargarse de las tensiones en el Golfo, y de la captura por parte de Irán del "Stena Impero", un petrolero de bandera británica.
Personaje excéntrico y polémico, Johnson suscita una profunda animadversión entre los opositores al Brexit, muchos de los cuales consideran que su apoyo a abandonar la UE en 2016 no fue más que un instrumento de sus ambiciones personales.
Como muestra, las decenas de miles de personas que salieron el sábado a las calles de Londres para decir "Sí a Europa", y "No a Boris".
Johnson juega la carta de salvador del Brexit, previsto inicialmente el 29 de marzo pero pospuesto hasta el 31 de octubre, y exalta su "optimismo": "Donde hay voluntad, hay solución", dice.
Sin escatimar nunca en metáforas grandilocuentes, hizo el lunes una comparación entre el proceso del Brexit y el primer paso sobre la Luna.
"Si ellos pudieron regresar a la atmósfera terrestre en 1969 con un código informático artesanal, podremos resolver el problema de un comercio sin fricciones en la frontera de Irlanda del Norte", escribió en su tribuna en el diario Telegraph.
La frontera en la isla de Irlanda, entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea, es el principal obstáculo en el proceso del Brexit.
Johnson no descarta una salida de la Unión Europea (UE), incluso si no se logra un acuerdo, lo que no tiene unanimidad entre los conservadores.
Hace dos días el ministro de Finanzas, Philip Hammond, había afirmado que haría "todo" para impedir una salida sin acuerdo y luego dijo que si gana Jonhson, le presentará la renuncia a May.