La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, criticó la decisión del actual jefe de Estado de su país, Sebastián Piñera, de no firmar Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas, aprobado por más 150 países el pasado lunes en la ciudad de Marrakech en Marruecos.
“Yo lo lamento pero es una decisión del Gobierno actual, y yo no puedo menos que señalar que espero que algún día Chile se sume al pacto global, que creo que puede ser muy positivo”, sostuvo Bachelet este martes en un foro realizado en el marco del 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Madrid.
La expresidenta consideró que la migración no es un problema sino un hecho que forma parte de la historia de la humanidad que algunos sectores políticos del mundo lo usan para hacer populismo y lamentó que se perciba “como una amenaza”.
Piñera sostuvo el lunes que su país decidió no firmar el Pacto al considerar que incentiva la migración irregular, restringe la soberanía de su país y puede perjudicar los intereses de los ciudadanos chilenos.
“Chile tiene una política que busca una migración ordenada, segura y regulada. Abierta a los que vienen en busca de una mejor vida, respetando nuestras leyes e integrándose a nuestra sociedad. Pero cerrada a los que vienen a causarnos daño como delincuentes o narcotraficantes”, aseveró el mandatario en una rueda de prensa.
El presidente aseguró que su país tiene 300.000 migrantes irregulares o ilegales y que el pacto de Marrakech “dificulta el proceso de poner orden en la casa en materia de migraciones”.
El Pacto no es vinculante y se centra en compromisos relacionados a la seguridad para los migrantes, el acceso a servicios básicos, al margen de si están en una situación irregular, en combatir el tráfico de personas, la trata y la discriminación, y en promover la inclusión.
El texto firmado en Marrakech menciona que el objetivo del Pacto es fomentar la cooperación internacional y reconocer que ningún Estado puede abordar la migración en solitario.
Otros países que se abstuvieron de firmar el pacto fueron Estados Unidos, Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia y República Dominicana.