CON políticas que pueden sentar un precedente a nivel europeo, los conservadores austriacos y sus socios ecologistas presentaron el programa de gobierno de esta inédita coalición, que será encabezada por el joven líder de derecha conservadora Sebastian Kurz, que se convertirá en el mandatario más joven del mundo.
Los dos partidos anunciaron el miércoles por la noche un acuerdo para gobernar juntos tras las elecciones de septiembre, convocadas tras un escándalo de corrupción que rompió la anterior coalición de los conservadores con la extrema derecha.
Kurz, de 33 años y que se presenta con un discurso firme contra la inmigración, dijo que el Partido Popular Austriaco (OEVP), al que pertenece, y los Verdes "lograron unir lo mejor de ambos" tras largas negociaciones para "proteger el clima y las fronteras".
El programa de coalición, que pondrá su acento en el medio ambiente, prevé que las emisiones de carbono sean neutrales en Austria para 2040, haciendo del país un "precursor" en Europa, que se puso como meta 2050 para cumplir ese objetivo.
Asimismo, el programa, de 300 páginas, también otorga una importancia destacada a la seguridad y a medidas contra la inmigración ilegal, principales ejes de la campaña del OEVP.
"La lucha contra la inmigración ilegal sigue ocupando el centro de mi política", reiteró Kurz, satisfecho con un programa que "logra aunar lo mejor" de las dos formaciones.
"Acuerdo histórico sellado", tituló ayer el periódico Kurier. Por su parte el periódico de izquierda Standard calificó la coalición de "experimento atrevido" y de "aventura política".
Kurz anunció que su partido controlará diez ministerios, incluyendo los de Interior, Relaciones Exteriores, Defensa y Finanzas.
Los Verdes, por su parte, estarán al frente del ministerio de Medio Ambiente, que será ampliado, y los de Justicia, Asuntos Sociales y Deportes, y el de Cultura. El jefe de la formación, Werner Kogler (58 años) será vicecanciller.
Los observadores afirman que Alemania y otros países pueden seguir el ejemplo mientras los partidos buscan responder a los sentimientos cada vez más populistas de los votantes, así como las preocupaciones sobre el cambio climático en medio de manifestaciones masivas de estudiantes convocadas por la joven activista Greta Thunberg.
En las encuestas de septiembre de Austria, el medio ambiente reemplazó a la inmigración como principal preocupación de los votantes, dando a los Verdes su mejor resultado de la historia (13,9%).
Por su parte, el OEVP obtuvo el 37,5%, ya que los votantes decepcionados del Partido de la Libertad (FPOE) de extrema derecha, contaminado por el escándalo, acudieron al partido de Kurz.
Aunque aproximadamente una cuarta parte de las tierras agrícolas de Austria son utilizadas para la producción ecológica, y las energías renovables representan un tercio de su consumo -casi el doble de la media de la UE-, la pequeña nación alpina, de 8,8 millones de habitantes, se encuentra entre los miembros del bloque que vieron aumentar sus emisiones de gas de efecto invernadero entre 1990 y 2017.
Corresponderá a los casi 280 delegados de los Verdes dar el visto bueno final al acuerdo en un congreso del partido el sábado. Se espera que el acuerdo se apruebe, aunque varias cláusulas pueden ser difíciles de aceptar para los Verdes, como la introducción de la detención preventiva y la ampliación de la prohibición del velo en las escuelas para las niñas desde los 10 años actualmente a los 14.
Kurz creó un ministerio de Integración, dirigido por un experto jurídico, que ya trabajó en la prohibición de cubrir el rostro con burqa o niqab.