LOS líderes políticos que asistieron ayer al 5º Foro Mundial del Holocausto celebrado en Yad Vashem, el museo del Holocausto, en Jerusalén, han abogado por aunar los esfuerzos para impulsar la lucha contra el antisemitismo y los delitos de odio en todo el mundo.
Durante el evento para conmemorar a las víctimas del Holocausto, el presidente israelí, Reuven Rivlin, ha hecho hincapié en la importancia de combatir el racismo y el odio y ha pedido a los diferentes países que adopten una nueva definición de antisemitismo y se unan en la lucha contra el mismo.
"En un momento en que más supervivientes nos están dejando, esta reunión es una expresión de nuestro compromiso común, de pasar a las siguientes generaciones las lecciones aprendidas por el Holocausto", ha expresado.
En este sentido, ha destacado que el "futuro recae sobre las decisiones tomadas, especialmente sobre aquellas que se toman juntos como países y naciones". "Espero y rezo para que este mensaje llegue a todos los países del mundo", ha manifestado.
Rivlin ha secundado así las palabras pronunciadas un día antes, cuando aseguró que es mejor dejar la Historia para los historiadores, una frase con la que ha aludido al presidente ruso, Vladimir Putin, y la reciente disputa con su homólogo polaco, Andrzej Duda, cuando trató de traspasar parte de la responsabilidad de que estallara la Segunda Guerra Mundial a Polonia y sugirió que el país fue cómplice del Holocausto.
El primer ministro, Benjamin Natanyahu, ha aprovechado la ocasión para expresar su preocupación por la falta de una posición mundial sobre Irán, a quien ha denominado el "régimen más antisemita" del mundo y ha acusado de ser "una amenaza para la seguridad mundial".
Para el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, el encuentro en Yad Vashem, que ha logrado unir a más de 40 líderes mundiales, es el "mayor evento político" desde que Israel fue fundado en 1948.
Putin ha aseverado que los planes bárbaros de los nazis buscaban exterminar más naciones: rusos, bielorrusos, ucranianos y polacos. Asimismo, ha señalado que los campos de exterminio "no eran solo nazis sino también de colaboracionistas de muchos países europeos".
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha aseverado que el mundo debería oponerse firmemente a Irán, "el único Gobierno del mundo que niega el Holocausto como política estatal y amenaza con borrar Israel del mapa", mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha mencionado a los "heroicos soldados del Ejército Rojo" y ha sostenido que el antisemitismo no es únicamente un problema judío. "Debemos encontrar un antídoto para ese veneno", ha matizado.
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha reiterado la necesidad de luchar contra el antisemitismo y ha matizado que Alemania fue responsable del asesinato en masa de millones de judíos, "el mayor crimen de la Historia de la Humanidad".
"Me gustaría poder decir que los alemanes hemos aprendido de la Historia de una vez por todas. No puedo decirlo cuando simplemente es una puerta de madera gruesa la que impide que un terrorista de extrema derecha provoque un baño de sangre en una sinagoga durante el Yom Kippur", ha sentenciado.
Por su parte el presidente polaco, Duda, ha subrayado que hizo bien al no acudir a los actos de conmemoración de las víctimas del Holocausto dado que los organizadores han presentado una "visión distorsionada de la Historia".
Así, ha hecho alusión a las películas mostradas por los participantes durante el evento, al que decidió no acudir aduciendo al fracaso de los esfuerzos diplomáticos puestos en marcha para poder dar un discurso durante el evento.
"La organización, la fundación Moshe Kantor, ha distorsionado la Historia y ha dejado fuera por completo la participación de nuestros militares en la lucha contra la Alemania nazi en los principales frentes de la Segunda Guerra Mundial", ha aseverado Duda durante el Foro de Davos.