El laboratorio farmacéutico británico AstraZeneca, que junto a la universidad de Oxford está desarrollando una vacuna del coronavirus, anunció haber iniciado los ensayos clínicos de un fármaco para prevenir y tratar el Covid-19.
Los primeros participantes en el ensayo ya recibieron su dosis de este medicamento, que combina dos tipos de anticuerpos, explicó AstraZeneca.
La fase 1 de las pruebas, en la que participan 48 voluntarios sanos del Reino Unido entre 18 y 55 años de edad, busca determinar si el fármaco es seguro y cómo responde el cuerpo humano.
El grupo aseguró que estas pruebas constituyen una "etapa importante" para este medicamento, que podría ser utilizado por las personas expuestas al coronavirus y las ya infectadas.
Los resultados de la fase I se esperan antes de finales de año y, si son concluyentes, AstraZeneca lanzará ensayos de fase 2 y 3 a mayor escala para evaluar la eficacia del fármaco.
En colaboración con científicos de la universidad británica de Oxford, AstraZeneca también está desarrollando un proyecto de vacuna contra el Covid-19 y el resultado de la fase 3 de estos ensayos debería publicarse en septiembre.
Por su parte México participará en los estudios clínicos de otra vacuna que desarrolla Italia y cuyos ensayos ya iniciaron con una primera voluntaria, informó el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
Italia inició la experimentación en humanos de su vacuna contra el Covid -19, según anunció el ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza, con la vista puesta, según los responsables del proyecto, en que las dosis puedan estar disponibles para su venta la próxima primavera.
"Una noticia importante: hoy ha comenzado la experimentación en humanos de la vacuna italiana", aseguró Speranza, destacando que los investigadores y científicos italianos "están al servicio del desafío mundial para derrotar al Covid-19".
Las pruebas también se llevarán a cabo en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INMI) Lazzaro Spallanzani en Roma y en ellas participarán 90 voluntarios seleccionados de entre 7.000. El proyecto, desarrollado de forma conjunta con la empresa de biotecnología italiana Reithera, cuenta con una inversión de 5 millones de euros que financian el Ministerio de Investigación y la región de Lazio.
"Si todo va bien y terminamos esta experimentación antes de final de año y somos buenos y veloces, entonces podremos tener la vacuna comercial para la próxima primavera; esa es la previsión", explicó el director sanitario del INMI, Francesco Vaia.
Por su parte, el director científico del organismo, Giuseppe Ippolito, precisó que harán falta 24 semanas para completar la primera fase de experimentación de la vacuna en personas, tras lo cual vendrá la segunda fase, "para la que ya nos estamos preparando".
"Jugar con los tiempos y reducir la experimentación no es útil", advirtió. "Italia con esta vacuna entra como protagonista en la guerra de las vacunas no para llegar la primera sino para llegar mejor y poner al país en un sistema de igualdad", defendió, incidiendo en que contar con una vacuna propia "significa no ser esclavos y siervos de otros países que digan 'yo primero'".