EL Gobierno de Argentina ha anunciado la intervención del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) y del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), hasta el 31 de diciembre, a través de sendos decretos publicados en el Boletín Oficial del país.
El Gobierno ha designado a Federico Basualdo como interventor en el Enre, quien ya formó parte de la entidad en 2014 como vocal.
Respecto a Enargas, el Gobierno ha nombrado a Federico Bernal como interventor, que es el director general del Observatorio de la Energía, Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec).
Los decretos publicados han precisado que los interventores tendrán facultades de gobierno y administración del Enre, así como las medidas necesarias para llevar a cabo todas las acciones que conlleven a la realización de los objetivos marcados.
Los escritos también han detallado que los funcionarios deberán realizar una auditoría y una revisión técnica, jurídica y económica que evalúe los aspectos regulados por la Ley 27.541 en materia energética.
En caso de detectarse alguna anomalía, los interventores deberán informar al Poder Ejecutivo Nacional los resultados de la misma, así como los hechos que consideren relevantes y deberán aportar toda información de base con la documentación respectiva, proponiendo las acciones y medidas que en cada caso se estime oportuna.
El decreto, al mismo tiempo, ha suspendido las funciones de los actuales miembros de las juntas directivas de los dos entes en sus cargos, sin sueldo, a partir de ayer y mientras dure la intervención.
Los interventores deberán, en un plazo de 180 días, iniciar el procedimiento de revisión de los concursos de los actuales miembros de las juntas directivas del Enre y del Enargas, y en caso de que resuelvan su anulación, o si hubiese concluido el plazo de mandato de alguno de ellos, deberán iniciar el proceso de selección de quienes los reemplazarán
De igual forma, el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció que castigará los aumentos de precios especulativos de alimentos y productos esenciales en medio de la crisis por el nuevo coronavirus, en un país en el que la inflación interanual rebasa el 50%.
"No voy a tolerar que unos pícaros nos tomen por bobos. El riesgo de los argentinos no puede ser negocio para nadie", dijo el presidente este martes a Radio Metro al advertir que será "inflexible" con los castigos, que sin embargo no detalló.
Anunció que lanzará medidas de control exhaustivo de la evolución de los precios, sobre todo de productos alimenticios, de sanidad y limpieza. En el caso del alcohol en gel, que registra faltantes en las tiendas y cuyo precio se había duplicado, el gobierno ya ordenó que el valor se retrotraiga al que tenía semanas atrás.
"Contra los especuladores, contra los que suben los precios y acumulan mercadería para generar faltantes voy a ser impiadoso", aseguró Fernández.
La inflación de Argentina en 2019 fue una de las mayores del mundo, al alcanzar 53,8%, con una economía en recesión desde mediados de 2018 y una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,1% el año pasado.
En el marco de la crisis sanitaria global el presidente admitió que el cuidado del déficit fiscal no es prioridad, al adelantar que lanzará ayudas sociales, créditos especiales para evitar quiebras de empresas y medidas para sostener puestos de trabajo..