Un mes después de asumir el poder, el presidente izquierdista Luis Arce busca sacar a Bolivia de la recesión usando viejas recetas de su mentor, el exmandatario Evo Morales.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, prometió retomar la senda de Morales, con una activa participación estatal en la economía.
El gobierno de Arce comenzó a pagar hace pocos días el "Bono contra el Hambre", su primera acción para tratar de revertir la compleja situación de muchas familias bolivianas.
Durante la campaña, Arce había prometido el pago por única vez de este bono de 1.000 bolivianos, unos 144 dólares, el doble del otorgado por el gobierno de la expresidenta interina Jeanine Áñez en medio de la pandemia de coronavirus, como mecanismo para reactivar la demanda interna.
El presidente Luis Arce presentó el lunes un panorama económico desolador.
"Enfrentamos un déficit fiscal muy profundo, ni siquiera visto en tiempos de hiperinflación en los años 80", afirmó el gobernante, aludiendo al dramático periodo de 11.000% de inflación anual.
El déficit fiscal proyectado para 2020 supera el 12% del PIB.
"Hoy tenemos la recesión económica más profunda de la historia, incremento de la pobreza, desigualdad y el aumento exponencial del endeudamiento interno y externo", añadió el mandatario.
Aunque reconoció que la pandemia del coronavirus es uno de los principales causantes de la crisis, Arce también culpó a su antecesora derechista Áñez, quien gobernó el país durante un año entre la renuncia de Morales y la juramentación del nuevo mandatario el pasado 8 de noviembre.
"Desmontaron el Estado Plurinacional y destrozaron el modelo económico social comunitario productivo, uno de los más exitosos de América, y definido por muchos economistas extranjeros como el modelo económico socialista más exitoso del mundo, denominado 'milagro boliviano", afirmó Arce, quien fue titular de Economía de Morales.
El opositor Branko Marinkovic, quien fue ministro de Economía de Áñez, desestimó estas críticas. "El presidente Arce dice que encontró un Estado quebrado. ¡La verdad, encontró lo que él había dejado!".
La oposición a Arce afirma que el deterioro económico no comenzó con la pandemia, sino en 2014, cuando él era ministro, con un déficit fiscal de 3,4% que fue creciendo anualmente hasta 8,32% en 2018.
El Ministerio de Economía y el Banco Central consensuaron un Programa Financiero y ajustaron las previsiones macroeconómicas para 2020 a una contracción del PIB de 8,4%, un déficit de las finanzas públicas de 12,3% del PIB y una inflación de 1,1%.
Durante las presidencias de Evo Morales, Bolivia incrementó su PIB, pero recibió críticas de ambientalistas por su política de expansión de la frontera agrícola que multiplicó los incendios forestales.