Hoy, la estatal petrolera posee unos 260.000 millones de barriles de reservas probadas de crudo. El sábado fue atacada con drones por rebeldes hutíes de Yemen generando la caída del 6% de la producción mundial. EE.UU. señala a Irán de estar detrás
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LA GIGANTE petrolera estatal Aramco ha generado una riqueza colosal a Arabia Saudita desde el descubrimiento del primer yacimiento en el país en 1938, llamado "pozo de la prosperidad".
El sábado, un ataque con drones contra sus instalaciones generó la suspensión de la mitad de su producción, es decir del 6% del suministro mundial, lo cual hace temer una pérdida de confianza de los inversores en un momento en que la empresa energética más grande y rentable del mundo se prepara para cotizar en bolsa.
Los rebeldes hutíes chiitas de Yemen, apoyados por Irán y que enfrentan desde hace cinco años una coalición militar liderada por Riad, reivindicaron estos ataques contra instalaciones del gigante estatal Aramco.
Teherán rechazó las acusaciones del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien dijo que no hay prueba de que el ataque venga de Yemen y añadió que Washington “trabajará” con sus socios para garantizar el suministro del mercado y “que Irán rinda cuentas de su agresión”.
“Los estadounidenses, en lugar de culparse a sí mismos -y confesar que su presencia en la región está creando problemas- culpan a los países de la región o al pueblo de Yemen”, dijo el presidente iraní, Hasan Rohani.
El príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, cuyo país es el gran rival regional de Irán, aseguró que Riad “quiere y puede” responder a esta “agresión terrorista”.
Arabia se centraba al cierre de esta edición en restablecer la producción en sus instalaciones, mientras la Bolsa de Riad abría los intercambios de la semana con una caída del 3%.
Las explosiones del sábado causaron incendios en la planta de Abqaiq, la mayor en el mundo dedicada al tratamiento del petróleo, y en Jurais, donde hay un gran campo petrolero. Pero no causaron víctimas, dijo a la AFP el portavoz del Ministerio de Interior, general Mansur Al Turki. Los rebeldes hutíes han atacado en múltiples ocasiones la infraestructura energética saudita.
Pero esta vez las consecuencias han sido de otra envergadura: han causado una reducción brutal de la producción de 5,7 millones de barriles por día (b/d), es decir, alrededor de un 6% del suministro mundial.
El príncipe Abdulaziz bin Salmán, nombrado recientemente ministro de Energía, aseguró por su parte que la reducción sería compensada con las reservas.
“Si pueden restablecer rápidamente la producción o al menos asegurar a los mercados que pueden, quizás no se vea un enorme aumento de los precios”, declaró Robert Rapier, experto en energía, en la revista Forbes.
Riad construyó cinco gigantescas instalaciones de reservas subterráneas en todo el país para poder almacenar decenas de millones de barriles de los diferentes productos petroleros refinados.
Orígenes
Aramco nace de un acuerdo de concesión firmado en 1933 por el gobierno saudita con la compañía estadounidense Standard Oil Company of California. La prospección comienza en 1935 y tres años después, el petróleo comienza a brotar.
En 1949, la producción de petróleo alcanza un nivel récord de 500.000 barriles por día (mbd) y sigue aumentando tras el descubrimiento de otros grandes campos petroleros como Ghawar, el mayor del mundo, con unas reservas probadas de 60.000 millones de barriles.
En 1973, en pleno 'boom' de los precios del crudo vinculado al embargo petrolero árabe contra Estados Unidos por su apoyo a Israel, el gobierno saudita adquiere el 25% de Aramco, con lo cual el porcentaje del Estado aumenta a 60% y se convierte en accionista mayoritario.
En 1980 la empresa es nacionalizada y ocho años después rebautizada Saudi Arabian Oil Company o Saudi Aramco.
Desde los años 1990, Aramco ha invertido centenares de miles de millones de dólares en proyectos de expansión y su capacidad de producción actual es de 12 millones de barriles diarios.
Hoy, Aramco posee unos 260.000 millones de barriles de reservas probadas de crudo, lo cual convierte a Arabia Saudita en el segundo país del mundo con mayores reservas, por detrás de Venezuela.
La compañía también tiene filiales y refinerías en otros países y redes de oleoductos nacionales e internacionales.
Cuentas
El pasado abril el grupo publicó sus cuentas por primera vez y anunció un beneficio neto de 111.100 millones de dólares en 2018, una cifra un 46% superior a la del año anterior, y unos ingresos anuales de 356.000 millones de dólares.
La transparencia en sus cuentas es un requisito previo a la salida a Bolsa, una etapa que se concibe como la piedra angular de un plan de reformas llamado "Visión 2030", liderado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán para diversificar una economía muy dependiente del petróleo.
Riad confía en obtener unos 100.000 millones de dólares en esta operación, al vender el 5% de su capital. Su entrada en bolsa se ha retrasado en varias ocasiones debido a las condiciones poco favorables de los mercados.