El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha respondido a las renovadas críticas que ha recibido por el cierre de la oficina de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), recordando que el crimen organizado se había infiltrado en dicho organismo.
"Eso sucedió hace más de un año, ya con el cambio de política. Porque nosotros mantenemos cooperación, pero procuramos que se respete nuestra soberanía y antes, entraban y salían por el país y hacían, ellos mandaban, hacían lo que querían", ha argumentado López Obrador durante su matutina intervención antes los medios.
"Incluso fabricaban delitos, entonces ya saben que se puso orden, y se tiene cooperación pero con respeto a nuestra soberanía", ha insistido López Obrador, cuando se cumple el primer aniversario del cierre de esta oficina de la DEA, integrada por policías mexicanos, inaugurada hace ahora 25 años.
"Se demostró que ese grupo estaba infiltrado por la delincuencia, incluso que uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos", ha apuntado López Obrador, aunque ha descartado que esa persona se trata de Genaro García Luna, el que fuera secretario de Seguridad Pública en el sexenio del expresidente Felipe Calderón.
"No investigan nada, nada más atacan (...) ya no es el tiempo en el que estaba Calderón y entraban y metían las armas, ya no es el tiempo de los operativos, como 'Rápido y Furioso'", ha dicho en referencia a una fallida y polémica operación para detener a distribuidores y compradores de armas en México, informa 'Milenio'.
La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos introdujo en México de manera deliberada unas 2.500 armas de fuego con el objetivo de identificar y detener a compradores y distribuidores, sin embargo, el rastreo de todo este armamento se perdió y acabó en manos del Cártel de Sinaloa.
Por este escándalo, que estalló en 2011 cuando se confirmó que una de las armas de este arsenal fue usada para matar a un agente de la Policía Fronteriza de Estados Unidos en diciembre de 2010, el expresidente Calderón tiene un proceso abierto ante el cual tendrá que responder, ha dicho López Obrador.