El pretendiente a la sucesión de Angela Merkel en el campo conservador, Armin Laschet, pasó a la ofensiva anoche en el primer debate televisado entre los candidatos a sucederla en las legislativas alemanas que tendrán lugar a fin de mes.
Los candidatos de la conservadora Unión Democristiana, CDU, Laschet; el socialdemócrata Olof Scholz y la ecologista Annalena Baerbock en las cadenas privadas RTL y n-tv. Celebraron anoche su primer cara a cara a cuatro semanas de unos comicios que marcarán el comienzo de una nueva era en el país sin Ángela Merkel al frente, quien pone fin a 16 años de mandato, y en el que la crisis de Afganistán centró gran parte del encuentro.
La política de defensa de Alemania tras la caída de Kabul en manos de los talibán fue uno de los principales temas del debate, en el que los tres candidatos han coincidido en reforzar el papel del país en la seguridad internacional.
No obstante, se mostraron algunas discrepancias como Laschet, quien ha reiterado su petición de un Consejo de Seguridad Nacional, vinculado a la Cancillería, y de un mejor equipamiento militar, mientras que Baerbock ha aprovechado para acusar al Gobierno alemán de eludir sus obligaciones en Afganistán.
"Han puesto los motivos políticos internos por encima de la responsabilidad en política exterior", ha dicho.
Por su parte, el socialdemócrata Scholz pidió una mejor cooperación internacional y que se sigan haciendo esfuerzos para proporcionar soldados de las Fuerzas Armadas (Bundeswehr) de Alemania a las misiones de protección de la paz y la seguridad.
Otros de los temas tratados fueron el cambio climático, el coronavirus y las políticas internas. Respecto a la pandemia, los tres líderes se han pronunciado a favor de evitar nuevas restricciones e incluso Scholz ha asegurado que "no habrá un nuevo cierre".
Laschet estuvo bajo una gran presión antes del debate, en vista de la caída de los índices de audiencia del bloque formado por su partido CDU y su hermana Unión Social Cristiana (CSU) y porque Laschet no ha logrado repuntar en los sondeos, ya que como se sabe, Scholz ha tenido un rápido ascenso, superando a los conservadores por un dos puntos porcentuales (24%) aunque como está dentro del margen de error es un empate técnico.
Mientras la ecologista Baerbock ha registrado una fuerte caída y, a la más reciente encuesta en intención de voto le da un 16%, muy lejos del 35% que registraba hace dos meses, cuando presentó su aspiración.
Laschet, quien también es primer ministro del estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, anunció el sábado que dejaría claro en el debate televisivo lo que representa la CDU / CSU y "dónde se comparan las diferencias con la coalición rojo-verde".
Y, sin duda, fue el más incisivo y específico en sus intervenciones, lo que sin embargo según sondeos como el del instituto Forsa y difundido por RTL no lo dieron como ganador. El mismo indica que Olaf Scholz tuvo un 36% de apoyo de los interrogados tras el gran debate, delante de la candidata Verde con 30% y solo 25% para Laschet.
Preocupación en la CDU
En la edición de ayer, el diario alemán Blid habla de "un estado de pánico en el campo de la Unión" conservadora de la CDU de Merkel y sus aliados bávaros CSU. Hace seis meses, recababan un 34% de intención de voto.
La formación del próximo gobierno se antoja complicada, con hasta tres partidos en una coalición que probablemente incluya a los liberales del FDP (12%), que pueden decantar la balanza, o incluso a la izquierda radical de Die Linke.
Poco popular, Armin Laschet reconoció sus dificultades en el primer gran debate televisado de la campaña.
"Siempre enfrenté vientos contrarios, ahora también", dijo en el debate, aunque cree que se recuperará gracias a su "firmeza" y "fiabilidad".
No dudó en criticar la política en Afganistán del actual gobierno de coalición que está dirigido por su propio partido, y del que su rival Olaf Scholz es ministro de Finanzas.
Laschet agitó el miedo de un gobierno exclusivamente de izquierda, ya que los sondeos no descartan la posibilidad de una inédita coalición de los socialdemócratas del SPD, los ecologistas y la izquierda radical Die Linke.
Scholz, “merkelizado"
Para los tres candidatos, es "difícil aguantar la comparación con Merkel", todavía muy apreciada aunque "no todo haya ido tan bien bajo su cancillería", estima Ursula Münch, directora de la Academia de Educación Política de Tutzing.
La revista Der Spiegel lamentó "el triste nivel de la campaña" ante la "inmensa amenaza" representada por el cambio climático, considerado responsable de las mortíferas inundaciones de junio en el oeste de Alemania.
La tendencia de los sondeos favorece a Olaf Scholz, de 63 años, ministro de Finanzas y vicecanciller del gobierno de coalición liderado por Merkel. Poco carismático, su campaña austera y competente le ha hecho ganar puntos ante unos rivales que se prodigaron en errores.
Según el último barómetro de la televisión pública ZDF, casi la mitad de los encuestados lo elegirían como canciller, contra un 17% de Laschet y un 16% de Baerbock.
"Olaf Scholz se ha merkelizado", indica el diario Der Spiegel.
Sin embargo hay que tener en cuenta que Scholz tiene gran proyección nacional ya que funge como ministro del actual gobierno, mientras que Laschet es muy conocido y respaldado en su región Renania-Westfalia del Norte.
Caída "vertiginosa"
Laschet, dirigente regional de 60 años que se presenta como heredero legítimo de Merkel, ha ofrecido durante la campaña una imagen vacilante que según sus detractores pone en duda su capacidad de gestión, ya sea de la pandemia o de las inundaciones.
Fue captado por las cámaras riendo durante una visita a la zona de los diluvios, hecho por el que se disculpó públicamente.
El descontento arrecia en el partido, que lo considera responsable de la caída en la intención de voto, según el diario Süddeutsche Zeitung.
Por su parte, la jurista Annalena Baerbock, de 40 años, eufórica en primavera cuando llegó a liderar los sondeos, parece haber quemado sus cartuchos entre acusaciones de plagio, de exagerar su currículo o de no haber declarado una prima.
"Sin duda, se sobrestimó", dice Münch, quien hubiera visto más sensato por parte de los verdes haber postulado al popular copresidente del partido Robert Habeck.
Para numerosos medios y politólogos, tanto los ecologistas como los conservadores, que contaban con el carismático líder bávaro Markus Söder, escogieron al candidato menos indicado.
El debate de ayer fue el primero de una serie de tres antes de la votación de final de septiembre y que marcará el retiro de la política de Ángela Merkel, sin duda la mujer que marcó la pauta no sólo en la política alemana sino de la Unión Europea.
En septiembre, las emisoras públicas ARD y ZDF organizarán su propio debate, al igual que las emisoras de televisión ProSieben, Sat.1 y Kabeleins.