"Al menos 143" personas murieron en las protestas en Irán, según el último balance publicado este lunes por Amnistía Internacional, que habla de un "ataque espantoso contra la vida humana", el mismo día que una multitud se manifestó en Teherán, convocada por las autoridades, para denunciar los "disturbios".
El gobierno iraní afirmó la semana pasada que el país volvía a estar en calma tras días de manifestaciones y violencia, que estallaron el 15 de noviembre a raíz del anuncio de un alza del precio de la gasolina.
Las autoridades informaron de cinco muertos en los disturbios y acusaron a los "enemigos" de Irán en el extranjero de estar detrás de estas protestas.
"La comunidad internacional debe denunciar el uso intencionado de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad iraníes que condujo al asesinato de al menos 143 manifestantes en las concentraciones que estallaron el 15 de noviembre", señaló Amnistía Internacional en un comunicado.
La oenegé de defensa de derechos humanos denuncia un "ataque espantoso contra la vida humana" y añade que teme que "el balance es mucho más alto y sigue investigando".
Hasta ahora, Amnistía había hablado de "al menos 106 muertos".
Aunque el acceso a internet sigue bloqueado para numerosos usuarios de smartphone, el domingo por la noche, se envió un SMS a los ciudadanos invitándoles a participar en la manifestación del día siguiente.
El mensaje pedía a la "gente sabia y revolucionaria de Teherán" a salir a la calle y condenar "los disturbios estadounidense-israelíes".
"El golpe de gracia"
El lunes, una multitud repleta de mujeres en chador, hombres vestidos de civil y clérigos, jóvenes y no tan jóvenes, convergió por diferentes ejes hacia la plaza Enghelab ("Revolución", en persa), según periodistas de la AFP en el lugar e imágenes en directo de la televisión pública.
"Esta guerra ha terminado", lanzó el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, el general de división Husein Salami, a los manifestantes que gritaban "¡abajo Estados Unidos!", "¡abajo Israel!", "¡abajo los sediciosos!".
"Se dio el golpe de gracia" al enemigo, agregó el oficial, que está al frente del ejército de élite de la República Islámica.
Muchos participantes llevaban retratos del ayatolá Alí Jamenei, guía supremo de la República Islámica, de quien el general Salami elogió las "competencias", llamando a los iraníes a seguirle.
Aunque no facilitaron estimaciones precisas de participación, varias agencias iraníes calificaron la manifestación de "gran concentración popular".
- Los "verdaderos" iraníes -
Desde hace varios días, las autoridades reiteran que las protestas, en las que se vandalizaron e incendiaron gasolineras, comisarías, mezquitas y edificios públicos, son el resultado de un "complot" urdido en el extranjero.
En su discurso, dirigiéndose "una vez más a los enemigos" que son "Estados Unidos, Reino Unido, Israel, la casa de los Saúd [la familia real de Arabia Saudita]", el general Salami exclamó: "si ustedes vulneran nuestras líneas rojas, les destruiremos".
Antes de la manifestación, el ministerio iraní de Relaciones Exteriores condenó la "interferencia de países extranjeros" en las violencias callejeras.
"Les recomendamos que vean las manifestaciones que se están celebrando estos días en nuestro país, así se darán cuenta de quién es la verdadera gente en nuestro país", declaró Abas Musavi, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
El acceso a internet mundial, que las autoridades cortaron el 16 de noviembre por la noche en todo el país, todavía no había sido completamente restablecido el lunes por la noche.
Este bloqueo hace que sea muy difícil para las oenegés reconstituir los hechos del 15 de noviembre y de los días que siguieron.
En su comunicado, Amnistía señaló que "casi todas las muertes fueron provocadas por el uso de armas de fuego" y afirmó que varios videos muestran que las fuerzas de seguridad iraníes utilizaron de forma "intencionada" armas de fuego contra manifestantes "no armados que no representaban ninguna amenaza mortal" o que incluso "huían corriendo".
La organización también aseguró que en algunos casos las autoridades rechazaron "entregar los cuerpos de las víctimas a sus familias".