Acuerdo posbrexit está cada vez más cerca....del fracaso | El Nuevo Siglo
Sin acuerdo, los intercambios serán gravados por aranceles que podrían deteriorar, aún más, las ya debilitadas economías a causa de la pandemia.
AFP
Lunes, 7 de Diciembre de 2020
Redacción internacional

Tras conocerse el comunicado conjunto emitido el día de ayer, en el que el primer ministro británico, Boris Johnson y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen aseguran que no están dadas las condiciones para un acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) sobre la relación posbrexit, el improrrogable fin de las negociaciones que se estimaba para hoy, será pospuesto nuevamente.

La situación es de tal gravedad que un vocero del gobierno británico anunció que el propio Johnson viajará a Bruselas "en los próximos días" para discutir personalmente la situación con Ven der Leyen.

"Las condiciones por un acuerdo no están reunidas, a raíz de las persistentes diferencias en temas críticos", apuntaron los dos líderes en la comunicación en comento, quienes agregaron que "hemos dado instrucciones a nuestros jefes negociadores para que preparen un panorama de las divergencias, que serán discutidas personalmente en los próximos días".

En Londres, una fuente de la oficina de Johnson dijo que estaban dadas todas las condiciones, no para anunciar un acuerdo, sino para el colapso general de las negociaciones, cuadro que conduciría un divorcio traumático con consecuencias económicas imprevisibles.



Como se recordará las negociaciones se hallan estancadas desde hace meses por diferencias en tres temas fundamentales a saber: los derechos de navíos europeos para pescar en aguas británicas, las normas de competencia y subsidios, así como la gestión legal de la futura relación, en particular la solución de controversias.

La reunión mencionada podría coincidir con aquella que los jefes de estado y de gobierno de la UE tienen en agenda para el jueves y el viernes de esta semana y para la cual los gobiernos querían la cuestión zanjada.

El anuncio de la visita de Johnson a Bruselas sugiere que los equipos negociadores han llegado al límite de su capacidad de negociación y que ahora la decisión política final está en manos de los máximos líderes de los exsocios.

A pesar de que Johnson y Von der Leyen decidieron el sábado realizar un esfuerzo extremo para lograr un acuerdo, el principal negociador europeo, el francés Michel Barnier, presentó en la mañana de ayer un panorama en el que no se había registrado avance alguno.

Se acaba el tiempo

Como es sabido el Reino Unido se retiró formalmente de la UE a principios de este año y las partes acordaron un período de transición hasta el 31 de diciembre, cuando se produzca definitivamente la salida del mercado único y la unión aduanera.

Ese período, fue definido precisamente para que Londres y Bruselas negocien un acuerdo sobre cómo funcionaría su relación comercial a partir del 1 de enero de 2021, pero hasta ahora los esfuerzos para alcanzarlo han sido infructuosos.

Como si fuera poco un eventual acuerdo tendría que ser ratificado por las partes, un proceso que toma tiempo considerando que los parlamentarios europeos han anunciado que las cláusulas serán minuciosamente escrutadas y discutidas antes de someterlas a votación.

Sin acuerdo, los intercambios entre los exsocios pasarán a regirse por las reglas de la Organización Mundial de Comercio, lo que supondría la introducción de cuotas y aranceles, lo que podría deteriorar, aún más, las ya debilitadas economías de la zona a causa de la pandemia.



Pese a la importancia del acuerdo y la premura con la que se necesita, los continuados esfuerzos del equipo negociador europeo para lograrlo han generado inquietud en diversas capitales del continente, por la posibilidad de terminar haciendo concesiones que no habían sido consensuadas.

Como se recordará este temor fue evidente cuando un alto funcionario de Francia advirtió que París bloquearía un acuerdo que no responda a las exigencias definidas por la UE y especificadas en el mandato dado a Barnier.

Controvertida ley

Para añadir aún más presión, el ministro británico responsable de coordinar la acción gubernamental, Michael Gove, llegó ayer a Bruselas para un encuentro con el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, en el que se discutió el proyecto de ley británico sobre Mercado Interno, que modifica de forma unilateral aspectos negociados exhaustivamente y que constan en el Acuerdo de Retirada, la guía de la salida británica de la UE.

Ante esta situación, y en aras de lograr un acuerdo, el gobierno británico declaró ayer que está dispuesto a modificar su controvertido proyecto, que había enfurecido a los europeos por modificar cláusulas relativas a la región de Irlanda del Norte.

Si las negociaciones actualmente en curso llegan a buen puerto, "el gobierno británico estaría dispuesto a eliminar cláusulas del proyecto de ley del mercado interno del Reino Unido", afirmó el gobierno británico.

Bajo el pretexto de armonizar el comercio posbrexit entre las cuatro naciones que forman el país, el texto revocaba parte de los compromisos adquiridos por Londres en el acuerdo de divorcio relativos a la frontera entre Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.

Ante lo que sería una violación de un tratado internacional, en vigor desde que el país abandonó oficialmente el bloque el pasado 31 de enero, la UE emprendió un procedimiento legal para intentar impedirlo.

La discusión de la ley también ha generado discrepancias internas y considerando que vulnerar la ley internacional y dañaría la reputación del Reino Unido, los lores de la cámara alta del parlamento británico habían retirado hace un mes las cláusulas conflictivas, sin embargo, el texto volvió a la cámara de los comunes, donde el gobierno, que tiene mayoría absoluta, ya había prometido reintroducirlas.



Así las cosas y ante las dificultades que planea el proyecto para el avance de las negociaciones el gobierno parece estar dispuesto a retirarlo.

Ahora o nunca

Finalmente, y como si fuera poco, a pesar de los esfuerzos de los británicos por conseguir un acuerdo, un portavoz del primer ministro Boris Johnson aseguró ayer que su gobierno no reanudará las conversaciones comerciales posbrexit con la UE el próximo año si las dos partes no lo logran en lo que resta de éste.

"Estamos dispuestos a negociar mientras haya tiempo, si creemos que todavía es posible un acuerdo", dijo.

Pero sobre la posibilidad de retomar los contactos en 2021, tras el fin del periodo de transición, como sugirieron algunas fuentes en Bruselas proponiendo un acuerdo provisional para evitar una ruptura brutal el 31 de diciembre, "puedo descartarlo", aseguró.

Londres ha rechazado repetidamente toda prórroga del período de transición, promesa de Johnson durante la campaña a favor del Brexit, durante el cual ha seguido aplicando las regulaciones europeas.

A poco más de tres semanas del fin de la transición el futuro es incierto. "Por el momento, las negociaciones parecen estar estancadas y siguen existiendo obstáculos", afirmó el jefe de la diplomacia irlandesa, Simon Coveney, quien ha mostrado su preocupación sobre las relaciones venideras y el futuro económico de su nación que depende en gran medida de las relaciones con el Reino Unido y la Unión Europea.

Para terminar, habrá que esperar para evidenciar de qué manera la falta de un acuerdo puede alterar las tensas y frágiles relaciones entre Irlanda del Norte y la Republica del Irlanda y que los tratados del viernes santo perduren.