LA propuesta de crear un organismo que sustituya a la Organización de Estados Americanos (OEA) que hizo a finales de julio el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no ha tenido eco entre los países miembros.
Para algunos expertos en el tema político-diplomático en Estados Unidos, esto se debe a que la solución al pobre papel que juega ahora la OEA y la falta de acción del organismo no se resolverán con la disolución de éste, sino con movimientos encaminados a enmendar los errores y a recuperar la confianza en la institución.
Al consultarse la propuesta de AMLO con dos expertos en Estados Unidos, éstos coinciden en señalar que por ahora no hay liderazgo político o económico en la región capaz de organizar a los Estados miembros para iniciar las acciones necesarias para encaminar a la OEA hacia los objetivos para los que fue creada en 1948.
“Sería vergonzoso perder la OEA. No ha sido una organización útil en los últimos años y no ha tenido valor en términos de cómo funciona, qué hace o cómo lo hace. Lejos de pensar en disolverla, debería de ser reparada", dijo Michael Waller, profesor de la Universidad de Georgetown y analista político del Center for Security Policy.
Por su parte, Patrick Iber, profesor de historia de la Universidad de Wisconsin, además plantea que la iniciativa del presidente mexicano no tiene ni fuerza ni apoyo entre los países miembros, a excepción de Venezuela.
“Es muy poco probable. No creo que México o que AMLO tengan la capacidad para disolver la OEA, lo que podría hacer es fortalecer una alternativa a la OEA, eso sí es posible, pero no hay manera de disolverla. Hay muchas dificultades en el camino de hacer algo como lo que propone AMLO porque hay muchas decisiones que deben tomar los países latinoamericanos”, señala Iber.
Durante los últimos años y especialmente durante la gestión de Luis Almagro al frente de la organización, la instancia ha sido muy criticada por sus posturas tibias ante gobiernos señalados por violaciones a los derechos humanos o a procesos democráticos. Las críticas también han sido por la posición de Almagro frente a algunos gobiernos de izquierda.
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“Almagro ha abusado de su posición y de su cargo en la OEA para sus propios propósitos, es vergonzoso ver lo que ha hecho con la organización anteponiendo sus propios intereses. Y hay países miembros que han sido suaves a la hora de señalarlo como responsable de que la organización no tenga credibilidad”, dijo Waller.
Para muchos sectores y políticos latinoamericanos, la OEA “ha sido un vertedero de diplomáticos o políticos” incompetentes, que llegaron a la dirección de la organización gracias a favores políticos, señaló el profesor de la Universidad Georgetown.
Por su parte, Iber dijo que las críticas durante la gestión de Almagro se dieron a partir de que él “ha tomado una posición muy directa en relación con varios gobiernos, especialmente con los gobiernos de izquierda, bueno que se dicen de izquierda”.
Propuesta poco viable
La OEA fue creada en 1948 después de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de mantener un orden de paz y de justicia en la región y para fomentar la solidaridad, la cooperación y hasta el crecimiento económico. En los últimos 20 años, las críticas más fuertes han sido por la falta de interés, de parte de la organización, en afrontar y definir una postura en contra del abuso y violaciones a los derechos humanos.
En este momento -señalan los analistas-, las diferencias entre Estados Unidos y otros países miembros son muchas. Sumado a esto, los países de Latinoamérica enfrentan más críticas ante la falta de combate a la corrupción y esto ahonda las diferencias entre los miembros que tratan de alinearse en ese camino.
Poco después del establecimiento de la organización, Eduardo Rodríguez Larreta propuso un enfoque diferente para la OEA, que tenía como base la participación solo de países democráticos, pero esta fue rechazada por Estados Unidos, México y Brasil, porque entonces, la influencia y la injerencia estadounidense era muy activa y porque era difícil en ese momento definir cuáles eran los países democráticos.
La propuesta del presidente mexicano, anunciada a finales de junio en una de sus conferencias diarias desde el Palacio Presidencial en la Ciudad de México, fue respaldada días después por el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza.
“No debe descartarse la sustitución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie sino mediador”, sostuvo el presidente mexicano en su discurso con motivo del 238 aniversario del natalicio de Simón Bolívar, en el que también propuso hizo un llamado a los países de América Latina y el Caribe a una integración regional, algo similar a la Unión Europea.
El profesor de historia de Wisconsin considera que además este planteamiento ha sido uno de los grandes problemas de ayer, de hoy y del futuro que tiene la OEA. Y que por esto, la propuesta de AMLO, aunque tiene algo de sentido, no es la más viable para recuperar la confianza en el papel de la institución.
“Hay muchas contradicciones: AMLO dice que quiere algo que se parezca a la Unión Europea, pero dice que quiere que se respete la soberanía nacional, que es un ramo muy fuerte en la política mexicana. Lo que dice López Obrador no es sorprendente pero la dificultad reside en que Venezuela lo apoya, porque no es un gobierno estrictamente democrático, es poco democrático”, dijo Iber.
Mientras tanto, y debido a que China ha ganado algunos aliados y amigos cercanos en Latinoamérica, Waller considera que López Obrador está actuando a favor de los intereses de China y, dado que el régimen chino se identifica con Cuba y Venezuela, la propuesta del mandatario podría sumar votos.
“López Obrador parece estar obrando a favor de los intereses de otros para destruir la única organización que tiene el hemisferio occidental como tal y que ha existido desde hace casi 75 años. AMLO está buscando continuar con esa postura, los Castros y el Partido Comunista de Cuba, los bolivaristas que perdieron en términos de poder, para poder tener lo que quieren con la OEA y ahora las cosas han cambiado con gobiernos como el de El Salvador, Perú, donde se están moviendo a favor de China o en la dirección de China”, dijo Waller.
El presidente mexicano dijo que hay que considerar una idea como la de la Unión Europea. Sin embargo, esto afectaría los intereses de respeto a la soberanía de algunos países que se han caracterizado por anteponer este principio en su política exterior, como es el caso de México.
“Con respecto a la Unión Europea, que propone AMLO, eso implica una pérdida de soberanía nacional, esa es una queja, los burócratas tienen mucho control de lo que pasa en sus países, los que querían participar tenían que someterse a varios requisitos, una era medidores de corrupción y eso no se puede aplicar a los países de Latinoamérica”, dijo Iber.
Ambos analistas coinciden que en la región latinoamericana no hay ningún país con la capacidad de liderazgo que se requiere para salvar la credibilidad de la OEA y el significado de los objetivos de fundación de la instancia.
Vale recordar que Colombia, a través de su vicepresidenta y canciller, defendió la existencia de la OEA. Tras la propuesta de López Obrador, expresó vía tuiter, “pese a que algunas voces pidieron sustituir la OEA, defendí esta organización y propuse su complementariedad y convergencia con Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Asimismo, planteé que la cooperación extraregional debe incluir relaciones más estrechas con Bandera de Estados Unidos y Bandera de Canadá, como se han venido desarrollando con China”./