Tras su investidura fallida, en julio, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez (PSOE), presentó este martes más de 300 medidas con las que intentar lograr el apoyo de la izquierda radical de Podemos, para seguir en el poder y evitar una repetición de elecciones en noviembre.
En un acto en Madrid con aires de mítin, el líder político proclamó que su oferta a Podemos consiste en negociar un detallado programa de gobierno, en base a las más de 300 medidas sociales preconizadas por su partido.
Sánchez rechazó tajantemente la exigencia de Podemos de formar parte de su ejecutivo, una opción que sí les ofreció en julio, pero que el partido radical liderado por Pablo Iglesias desechó por considerarla insuficiente.
El tiempo, mientras tanto, corre en contra, y es que Sánchez, vencedor de las legislativas del pasado 28 de abril sin mayoría absoluta, tiene hasta el 23 de septiembre para negociar una mayoría de gobierno.
De no ser así, el país celebrará nuevas elecciones, las cuartas en cuatro años, el 10 de noviembre.
"No hay condiciones hoy para convertirnos en socios de gobierno, pero eso no tiene por qué transformarnos en adversarios. Cabe ser aliados leales", declaró Sánchez en el acto de este martes, aseverando que su investidura fallida "ha acentuado gravemente la desconfianza".
En detalle, Sánchez destacó que hay "grandes divergencias" en cuestiones de Estado, empezando por el desafío soberanista catalán, ante el cual Podemos propone un referéndum vinculante de autodeterminación, una idea rechazada de plano por el PSOE.
"Lo que entonces se comprobó inviable [un gobierno de coalición] hoy es, sigue siendo inviable", insistió Sánchez, quien desea "un gobierno fuerte" para hacer frente a Brexit, "el enfriamiento de la economía española" y las tensiones comerciales a nivel mundial.
Como elemento novedoso anunció que si hay acuerdo de programa con Podemos, éste se verá acompañado de cuatro estructuras de seguimiento: una "oficina de cumplimiento" supervisada por Hacienda, sendas comisiones en el Congreso y el Senado, y "un mecanismo de garantía en el que participe la sociedad civil".
Igualmente, de prosperar este acuerdo programático, Podemos podría dirigir instituciones públicas relevantes, detalló Sánchez.
- Con un ojo en los sondeos -
Sin embargo, Podemos sigue insistiendo en su exigencia de entrar en el gobierno a cambio de su apoyo a Sánchez. Este partido ya lo ayudó a alcanzar el poder en junio de 2018, votando a favor de su moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy.
"Lo que no puede pretender alguien que está lejísimos de tener la mitad de los apoyos de los ciudadanos [con 123 diputados de 350 en la cámara baja] es tener todo el poder. Nosotros decimos: compartamos las responsabilidades", dijo este martes Iglesias, al que Sánchez no dará cita hasta la semana próxima.
"Ya hemos aceptado suficientes humillaciones", advirtió el líder de Podemos, vetado por Sánchez en julio para formar parte de un eventual ejecutivo de coalición.
Los analistas apuntan que el riesgo de repetición electoral sólo se evitará si uno de los dos partidos hace grandes concesiones en los próximos días.
"O se encuentra un punto intermedio o se va a elecciones", apunta Cristina Monge, politóloga de la universidad de Zaragoza, y añade que Podemos es el que tiene más que perder en caso de nuevos comicios. La formación ya se descalabró en abril, pasando de 71 a 42 diputados.
"Todo es posible, pero en cualquier caso va a ser en el último momento" el desenlace, abunda Oriol Bartomeus, politólogo de la universidad Autónoma de Barcelona.
"La pregunta es si el PSOE está interesado en unas nuevas elecciones", añade. Y resume afirmando que "no sabemos si lo de hoy es realmente un paso adelante en una posible negociación o si es un 'paripé' (fingir), una mentira para poder decir 'yo lo he intentado'".
Según tres sondeos difundidos este lunes por la prensa local, el PSOE podría salir reforzado de una repetición electoral. Pero el bloqueo podría mantenerse y el apoyo de Podemos seguir siendo indispensable para articular una mayoría de gobierno.