LOS 27 socios de Reino Unido en la Unión Europea (UE) expresaron su apoyo al proyecto de acuerdo de divorcio negociado a ambos lados del Canal de la Mancha, donde persisten oscuros nubarrones al inicio de una semana decisiva sobre el Brexit.
"Comienza una semana dolorosa en la política europea (...) 45 años de matrimonio difícil [con Reino Unido] están llegando a su fin", aseguró a modo de oráculo el ministro austríaco Gernot Blümel, cuyo país ejerce la presidencia pro témpore de la UE, antes de una reunión en Bruselas.
Necesitaron casi 17 meses Londres y Bruselas para cerrar un acuerdo que aleje los malos augurios económicos de una separación sin acuerdo el 29 de marzo y al que los ministros de Asuntos Europeos de los 27 dieron su visto bueno, según el negociador de la UE Michel Barnier.
Pese a ello, la incertidumbre sobre el resultado del proceso iniciado por la victoria del Brexit en el referéndum británico de 2016 se mantiene por las amenazas de una moción de censura contra la 'premier' británica, Theresa May en Londres y el eventual veto avanzado por España por Gibraltar.
España pidió modificar el artículo 184 del texto del acuerdo de divorcio para plasmar explícitamente su posibilidad de vetar la futura relación que regirá entre la UE y este territorio británico, cuya soberanía reclama Madrid, al término de un período de transición previsto hasta finales de 2020.
"Las negociaciones futuras sobre Gibraltar son negociaciones aparte. Y eso es lo que tiene que quedar claro. Hasta que no quede claro (...) pues no podremos dar nuestro acuerdo", dijo a la prensa en Bruselas el ministro español de Exteriores, Josep Borrell.
Londres aseguró, en cambio, que el "acuerdo de retirada acordado la semana pasada cubre Gibraltar" y que, en la negociación de la futura relación con la UE, no excluirá ningún territorio de la "familia de Reino Unido".
España quiere que esta línea también quede clara en la declaración política sobre la futura relación, un texto de unas 20 páginas todavía en negociación y que debe fijar las grandes líneas para la futura cooperación entre Reino Unido y la UE en materia comercial, política y de seguridad.
Los mandatarios europeos deben dar su visto bueno el próximo domingo durante una cumbre extraordinaria en Bruselas tanto a este texto no vinculante como al acuerdo de retirada de 585 páginas tras resolver los flecos pendientes en ambos, como el porvenir de la flota pesquera de la UE en aguas británicas.
Otro fleco es la fecha en la que llegará a su fin, prórroga incluida, el llamado período de transición tras el Brexit. Ambas partes acordaron que la transición iría hasta el 31 de diciembre de 2020 y podría prolongarse una sola vez por un tiempo "limitado".
El domingo, los 27 socios de Reino Unido abogaron durante una reunión de embajadores en Bruselas por que la prórroga se extienda dos años más para finalizar un eventual acuerdo de libre comercio a ambos lados del Canal de la Mancha, según una fuente diplomática.
"Durante esta semana, haremos una propuesta definitiva sobre una fecha", una decisión "que se tomará de común acuerdo entre Reino Unido y los 27", indicó Barnier, para quien la extensión debe estar acompañada de "un acuerdo de los británicos sobre su contribución financiera" en ese período.
Para Londres, la transición debe finalizar "de aquí a las próximas elecciones generales" en Reino Unido, a mediados de 2022, dijo May ante la patronal de su país, que le expresó su apoyo .
El acuerdo del Brexit entra así en su recta final de negociación. La jefa del gobierno británico avanzó además una "semana intensa de negociaciones" en la que viajará a Bruselas, en una fecha por determinar.