Al menos 15 civiles han muerto y más de 20 han resultado heridos este viernes en un atentado con motocicleta bomba contra una ceremonia para la recitación del Corán en la provincia afgana de Ghazni, situada en el centro del país, según ha confirmado el Gobierno.
El portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian ha detallado a través de su cuenta en la red social Twitter que la motocicleta bomba se encontraba aparcada cerca de una cada en la aldea de Agho Jan, en el distrito de Gelan, donde un grupo de personas se habían reunido para recitar el Corán.
Fuentes oficiales citadas por la cadena de televisión afgana Ariana han apuntado que entre los muertos hay doce menores de edad, lo que no ha sido confirmado por el Ministerio en su comunicado.
En este sentido, el portavoz del gobierno provincial, Uahidulá Jumazada, ha desvelado que las primeras investigaciones apuntan a que la explosión tuvo lugar cuando un grupo de niños se acercó a un hombre que vendía artículos en su motocicleta.
Por su parte, el presidente afgano, Ashraf Ghani, ha condenado el ataque y ha manifestado que "los talibán deben aceptar el llamamiento de la población a favor de un alto el fuego, evitar los ataques terroristas, contrarios a la Humanidad y el islam, y aceptar el proceso de paz", según la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque, que tiene lugar en medio del repunte de la violencia pese a las conversaciones de paz en marcha entre el Gobierno y los talibán. Las partes han acordado la 'hoja de ruta' del proceso, que se retomará el 5 de enero.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, mantuvo recientemente una reunión con los talibán en la capital de Qatar, Doha, en la que incidió en la necesidad de una "reducción inmediata de la violencia" para lograr avances en las conversaciones de paz, ante la negativa de los insurgentes a declarar un alto el fuego.
Durante la jornada de este viernes, el primer ministro de Pakistán, Imran Jan, se ha sumado a estos llamamientos y ha pedido "reducción de la violencia" que lleve a un alto el fuego en Afganistán tras un encuentro con una delegación de los talibán en la capital paquistaní, Islamabad.
Jan, que ha recibido a una delegación encabezada por el 'número dos' del grupo, el mulá Abdulghani Baradar, ha reiterado que "no hay una solución militar al conflicto" y ha hecho hincapié en que las conversaciones de paz "suponen una oportunidad histórica para que los líderes afganos logren una paz duradera y estabilidad a través de un proceso de paz encabezado y propiedad de los afganos".