Por lo menos 12 personas murieron y varias decenas desaparecieron en el naufragio el domingo de un barco que transportaba refugiados rohinyás huyendo de Birmania a Bangladés por la desembocadura de un río fronterizo, anunciaron los guardacostas.
"Había unas cien personas a bordo", dijo a la AFP Alauddin Nayan, responsable de los guardacostas de Bangladés.
Sobre el centenar de pasajeros, menos de 40 eran adultos y "el resto eran niños", según testimonios de sobrevivientes, precisó el comandante.
El naufragio ocurrió el domingo cerca del pueblo costero de Galachar, en el golfo de Bengala, donde los rohinyás desafían desde hace semanas un mar bravío para huir de la violencia en Birmania.
El lunes por la mañana se habían hallado en total doce cuerpos: "diez niños, una anciana y un hombre", indicaron los guardacostas, que rescataron a varios sobrevivientes.
Según las autoridades de Bangladés, varios pasajeros lograron alcanzar la costa birmana, cerca de donde ocurrió el naufragio.
La ONU considera que las Fuerzas Armadas birmanas practican depuración étnica contra la minoría musulmana.
Acusado de incendiar sus viviendas para incitar a los rohinyás a salir del país, el Ejército birmano achaca la responsabilidad a los rohinyás. Las autoridades birmanas prohíben el acceso a las zonas en conflicto.
- Sufrimiento "inimaginable" -
Ante las críticas, Birmania denuncia un sesgo favorable de la comunidad internacional hacia los rohinyás. Aung San Suu Kyi dirige el primer gobierno civil del país en décadas bajo la presión del poderoso ejército birmano.
Tras varios días de calma, el éxodo de rohinyás hacia Bangladés se reanudó, principalmente a causa de la falta de alimentos en el oeste de Birmania, donde según la ONU el sufrimiento es "inimaginable".
Según las últimas estadísticas de la ONU, unos 515.000 refugiados huyeron de Birmania hacia Bangladés desde el 25 de agosto.
Unos 2.000 refugiados siguen llegando cada día, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En total unos 150 rohinyás, muchos de ellos niños, se ahogaron mientras intentaban llegar a Bangladés en embarcaciones improvisadas que según los guardacostas no son aptas para la navegación en las aguas peligrosas del delta.
La mayoría huyen del estado birmano de Rakáin (oeste) hacia Bangladés después de que el ejército lanzara una campaña contra ellos, como represalia por varios ataques perpetrados contra comisarías el 25 de agosto.
Su llegada aumentó la presión sobre los campos de refugiados en Bangladés, que ya estaban atestados a consecuencia de anteriores estallidos de violencia en el oeste de Birmania.
Los rohinyás, la mayor población apátrida del mundo, son tratados como extranjeros en ese país donde el 90% de la población es budista.
A causa de la discriminación, no pueden viajar o casarse sin autorización. Tampoco tienen acceso al mercado laboral ni a servicios públicos como escuelas u hospitales.