Las actividades investigativas y de inteligencia adelantadas por la Policía Nacional contra las redes al servicio del 'Clan del Golfo', permitieron establecer que la organización criminal reactivaría la producción de cocaína en zonas selváticas entre los departamentos de Antioquia y Chocó.
Según la información recopilada, las estructuras y la maquinaria estaban dispuestas; sin embargo, esperaban la llegada de las sustancias químicas esenciales para comenzar el procesamiento de la droga.
Los insumos fueron acopiados en Medellín, y salieron en dos vehículos de carga hacia Urabá. Gracias a alertas ciudadanas, investigadores de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional conocieron la modalidad y el momento en el que serían trasladados, y desplegaron controles en carretera.
Los dos camiones desviaron en varias oportunidades el recorrido para intentar evadir el asedio, aun así, fueron interceptados cerca de Santa Fe de Antioquia. En las inspecciones se constató que transportaban entre sacos y canecas, algo más de 26 toneladas de diversas sustancias, con las que se podrían elaborar hasta 43 toneladas de cocaína.
Acetato de etilo, disolventes, alcohol isopropílico, ácido sulfúrico, cloruro de calcio, carbón activado, soda cáustica, metabilsulfito de sodio, entre otros insumos líquidos y sólidos controlados por la normatividad nacional, y utilizados por los narcotraficantes como compuestos esenciales e irremplazables para la producción de cocaína, eran movilizados sin ningún permiso o documento que respaldara esa actividad.
La carga fue incautada, y los dos conductores capturados y presentados ante un juez de control de garantías por el delito de tráfico de sustancias químicas para el procesamiento de narcóticos.
Los insumos habrían sido elaborados en el país por industrias legalmente constituidas y autorizadas para este fin; sin embrago, fueron adquiridos por terceras personas que acuden en grupo ante los fabricantes, se presentan como distribuidores legales, en muchos casos con documentación de empresas fachadas, y terminan por desviar los compuestos, agruparlos y posteriormente ponerlos en los laboratorios de cocaína.
Esta se convierte en la mayor incautación de insumos que realiza la Policía Nacional en 2016, en cumplimiento de la "Nueva Estrategia Nacional contra el Narcotráfico", que busca afectar todos los engranajes de la cadena criminal, mediante el aumento de las labores investigativas y de inteligencia, que conlleven a capturas, desarticulación de estructuras e interdicción de los estupefacientes y elementos utilizados para el procesamiento.
En el año, la Policía Nacional ha interceptado 1.131.998 galones de insumos líquidos y 811 toneladas de sustancias sólidas.