Los insurgentes sirios disparaban andanadas de morteros contra las fuerzas gubernamentales en Alepo (norte), al día siguiente de haber anunciado una ofensiva "decisiva", informaron residentes.
En Damasco, en cambio, las tropas gubernamentales lanzaron un ataque contra los barrios rebeldes del norte, destruyendo casas y procediendo a arrestos, informaron militantes y el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Como cada viernes, hubo manifestaciones contra el régimen de Bashar al Asad en todo el país a la salida de la oración de las mezquitas, con la consigna "Unificación de las brigadas del Ejército Sirio Libre", debido a las rivalidades internas que afectan a la rebelión y a la aparición de grupúsculos radicales autónomos.
Los violentos enfrentamientos, anunciados por un mando rebelde que evocó un ataque "decisivo", se iniciaron el jueves en Alepo, ciudad que se disputan el régimen y la rebelión desde hace más de dos meses.
"Los combates son sin precedente y no han parado desde el jueves. Antes, los enfrentamientos se producían en una o dos calles de un sector, ahora se dan en varios frentes", dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH.
Los rebeldes aseguraron el viernes por la mañana haber progresado en varios frentes en Alepo, aunque sin realizar ningún avance significativo.
"En el frente de Saladino (suroeste), hemos tomado bases del ejército regular. Al menos 25 soldados murieron en este ataque", informó Abu Furat, uno de los dirigentes de la brigada al Tawhid, la más importante de Alepo.
Otro combatiente indicó que murieron 20 rebeldes y en torno a 60 resultaron heridos.
En uno de los barrios del centro de la ciudad controlado por el régimen y que hasta ahora no estaban afectados por la violencia, como Suleimaniyé y Sayed Ali, los habitantes informaron a la AFP de tiroteos "sin precedente".
Según el OSDH y habitantes, dichos barrios fueron blanco de disparos de mortero de intensidad inédita de parte de los rebeldes.
Los enfrentamientos en el centro disminuyeron sin embargo de intensidad a principios de la tarde, según el OSDH.
"Primera vez que veo esto"
"Es la primera vez que veo esto en Sayed Alí", indicó otro residente que pidió el anonimato. Según el OSDH, los disparos de obuses mataron el jueves a cinco personas en este barrio, incluido cuatro niños.
Por otra parte, los barrios en poder de los rebeldes, sobre todo al este, eran bombardeados por el ejército de manera incesante, según el corresponsal de la AFP.
Según una fuente militar, los combates más violentos se registraron de madrugada en los barrios de Arkub y de Maysalun (este).
Diez insurgentes murieron el viernes tiroteados por el ejército cuando trataban de entrar en el barrio kurdo de Cheij Masud (norte), añadió el responsable militar, que pidió el anonimato.
Según varios mandos rebeldes, avanzaron en el frente de As Sukari (este) y de Iza (norte). En Saladino, los rebeldes progresaron antes de replegarse, por falta de municiones, según Furat.
El nuevo objetivo de los rebeldes era la mezquita de los Omeyas, en la línea de frente en el corazón de la ciudad vieja. Los combates seguían a mediodía en los alrededores del edificio religioso.
Paralelamente, en la capital, "las fuerzas regulares lanzaron un ataque contra los barrios de Barzé, Qabún y Jobar (...) cortando las rutas que llevan a esos barrios, detuvieron a ciudadanos en allanamientos y destruyeron casas", indicó el OSDH, sobre la base de informaciones de una amplia red de militantes.
La Comisión general de la revolución siria, una red de militantes anti-régimen, también informó de una "campaña de seguridad y militar de envergadura" en esos barrios. "Hay casas y comercios que fueron destruidos y saqueados", indicó la comisión.
El régimen ha asegurado en varias ocasiones haber "purificado" Damasco de "terroristas", apelación dada a los rebeldes, pero las violencias no han cesado desde el inicio de los enfrentamientos en la capital a mediados de julio.
"Numerosas masacres"
Reunidos en la sede de la ONU en Nueva, al margen de la Asamblea General, los secretarios generales de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, Ban Ki-mooon y Nabil al Arabi, y el mediador internacional Lkhdar Brahimi, subrayaron el jueves "la necesidad vital para la comunidad internacional de unirse para apoyar el trabajo" de Brahimi, según un portavoz de la ONU.
No se vislumbra una salida al conflicto en parte debido a las divisiones internacionales entre partidarios de una salida del presidente Asad, con Estados Unidos a la cabeza, y defensores del régimen, como Rusia, China a Irán.
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dio el viernes luz verde a la prolongación y la extensión del mandato de sus investigadores, y condenó las "numerosas masacres" en Siria. La antigua fiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte, podria integrar esta comisión de investigación.
Más de 30.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto en el conflicto desde el inicio a mediados de marzo de 2011 de la revuelta que se transformó en guerra civil, según el OSDH.