Los rebeldes del M23 exigieron hablar con el presidente congoleño, Joseph Kabila, antes de considerar retirarse de Goma, la capital de Kivu del Norte en el este de la República Democrática de Congo (RDC), mientras que enfrentamientos estallaron en la ciudad de Sake.
El presidente Joseph Kabila, Paul Kagame (Ruanda) y Yoweri Museveni (Uganda) exigieron el miércoles, tras una reunión en la capital ugandesa Kampala, que el movimiento del 23 de marzo (M23) suspenda inmediatamente su ofensiva y se retire de Goma, ciudad que cayó bajo el control de este grupo de rebeldes el martes.
El presidente del M23, Jean-Marie Runiga Lugerero, viajó el jueves a Kampala para "discutir" con el presidente ugandés Yoweri Museveni, tras pedido de este último, declaró a la AFP Amani Kabasha, encargado de comunicación del M23.
Previamente, el presidente del M23 había declarado a la AFP que "antes hay que hablar con el presidente (Joseph) Kabila". Antes de considerar cualquier retiro de Goma, "hay que reunirse alrededor de una mesa con la sociedad civil, la diáspora, la oposición, el gobierno, para hablar de todos los problemas de los congoleños. Esperamos una proposición de diálogo del presidente Kabila", añadió, sin dar ninguna precisión sobre el cese o la continuación de su ofensiva.
"Hay problemas y reivindicaciones específicas al M23, pero hay también problemas de la democracia en RDC, problemas de gobernabilidad, problemas sociales, problemas referentes a los Derechos Humanos", explicó Runiga Lugerero.
Una cumbre extraordinaria de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos, en la que se discutirá de la situación en RDC, tendrá lugar el sábado en Kampala, en presencia del presidente Kagame y Kabila, anunciaron el jueves fuentes oficiales.
Tras haber ingresado a Goma, los rebeldes prosiguieron su ofensiva y tomaron el miércoles por la tarde la localidad de Sake, ubicada a unos 30 kilómetros al oeste de la capital de Kivu del Norte.
Una parte de las tropas del ejército congoleño, que huyeron de Goma sin resistencia alguna, se reunió en Sake y posteriormente en Minova, ubicada más al sur.
Enfrentamientos tenían lugar el jueves alrededor de la localidad de Sake. Se podían escuchar explosiones de obuses de mortero y columnas de humo se elevaban cerca de la ciudad, hacia las 14H00 locales (12H00 GMT), según pudo constatar un fotógrafo de la AFP. Tiros de armas automáticas fueron también escuchados poco antes.
Según informaciones de una fuente militar occidental, los combates enfrentaban a los rebeldes del M23 a soldados regulares, aliados por las circunstancias a una milicia local de autodefensa Maï Maï, presente en la zona.
Estos enfrentamientos provocaron la huida de miles de personas, que partieron de la ciudad a pie llevando en su mayoría colchones sobre la cabeza, de Sake hacia un campo de refugiados en Mugunga, ubicada a una decena de kilómetros de Goma, constató el fotógrafo de la AFP.
Mientras tanto, en Goma la vida retomó su curso. Los comercios abrieron sus puertas y los habitantes circulaban normalmente.
Las patrullas del M23 que circulaban en las principales calles de la ciudad desde su llegada a Goma parecen haber desaparecido y ningún incidente fue señalado.
Sin embargo, el servicio de agua potable, que había sido suspendido a causa de un apagón de luz, permanecía interrumpido.
"Las actividades funcionan realmente bien en comparación al día de ayer (miércoles). (...) La vida retoma su curso. La seguridad regresó", estima Thomas Maco, profesor del Instituto Superior Pedagógico de Goma. "No vemos al M23 en la ciudad. No tenemos miedo de los ladrones porque el ejército (los rebeldes del M23) que llegó aquí es muy severo y castiga con mucha severidad a los ladrones", añade.
Rita Bireke, una comerciante, abrió su negocio el jueves por la mañana, después de haber regresado de Gysenyi, ciudad ruandesa fronteriza, en la que se refugió durante los combates. "Todo va bien excepto que la frontera sigue aún cerrada" para los vehículos pesados que transportan mercancías, se lamentó.
Los rebeldes del M23 anunciaron el miércoles su intención de proseguir su ofensiva hasta Bukavu, Kisangani y Kinshasa.