Insumos para reforma a la justicia | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Julio de 2014

Uno de los compromisos del presidente Santos para su segundo mandato es materializar la reclamada reforma a la justicia con el objeto de hacerla más eficiente y cercana al ciudadano, entre otros.

En este sentido el Gobierno nacional ya ha dado algunas puntadas de los principales aspectos de esta reforma y se ha acercado a las altas Cortes para iniciar una discusión sobre la confección de dicho proyecto.

EL NUEVO SIGLOconsultó a varios expresidentes de altas Cortes sobre algunos puntos que consideran son imprescindibles en dicha reforma.

 

Comportamientos

De cara al nuevo intento que se hará en el país para reformar la justicia es necesario que las altas Cortes reflexionen internamente acerca de cómo pueden cambiar una serie de comportamientos y de costumbres que han desprestigiado a la Rama Judicial.

Así lo señaló el exmagistrado y expresidente de la Corte Constitucional, José Gregorio Hernández.

 

Puerta giratoria

Hay que prohibir la reelección en los altos cargos, en la Procuraduría General, en la Defensoría del Pueblo, en la Contraloría, y que en el caso de la justicia el paso de una Corte a otra, dijo el magistrado José Gregorio Hernández.

Requisitos

El exmagistrado Hernández propuso endurecer los requerimientos para ser magistrado de las altas Cortes, “con el objeto de garantizar que haya algunos requisitos para acceder a los cargos y que se tome en cuenta la hoja de vida más que las recomendaciones”.

Sobre esto último propuso que “se debería elegir a los magistrados de las altas Corporaciones por concurso y exigiendo mayores requisitos para ser magistrado, requisitos académicos, de preparación, de experiencia”.

Inclusive propuso que en el concurso para la elección de magistrados se le reste 10 puntos al aspirante que presente recomendación política.

Hernández también propuso prohibir a los aspirantes a magistrados de altas Cortes recorrer los altos Tribunales o los pasillos del Congreso de la República haciendo lobby buscando apoyos. “Lo mismo los candidatos a procurador, a fiscal, en fin. Eso de estar haciendo lobby, debe ser prohibido, y al que intente el lobby también se le deberían disminuir puntos en el concurso”, dijo.

 

Justicia de a pie

El exmagistrado José Gregorio Hernández dijo que la reforma que se prepara no solo se puede quedar en atender los problemas que se presentan en las altas Cortes sino también tiene que enfocarse en las dificultades que encuentra el ciudadano de a pie para, entre otras, acceder a la justicia.

Por eso dijo que es “indispensable consultar a los abogados en ejercicio acerca de los problemas diarios de la administración de justicia porque no todo se resuelve tratando los grandes temas que corresponden a las altas Cortes, sino que el ciudadano común siente la dificultad de acceso a la administración de justicia, la congestión en el trámite de los procesos, lo demorado de esos procesos, el incumplimiento de los términos por parte de jueces y magistrados”.

Vacaciones

Hernández propuso también acabar con la vacancia judicial que comienza a mediados de diciembre y finaliza en la segunda semana de enero siguiente, paralizando varios frentes del sistema.

“Hay que suprimir las vacaciones colectivas de la rama judicial, que cada funcionario o empleado salga en el momento en que se le vence su tiempo de vacaciones porque creo que la administración de justicia tiene que ser permanente. Entonces eso que salga todo el mundo en diciembre y toda la Semana Santa, interrumpiendo la prestación del servicio, me parece que eso hay que suprimirlo”.

 

Función electoral

El magistrado Hernández consideró importante suprimir las funciones electorales que hoy tienen las altas Cortes. “Eso de estar presentando candidatos para contralor, para procurador, eso me parece que no”.

Observación que comparte el expresidente de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria, quien manifestó que ante el desprestigio que se presenta en las altas Cortes, “pienso que en la reforma uno de los puntos debería ser quitarles esa facultad nominadora que tienen de algunos funcionarios. Infortunadamente en teoría se puede defender pero en la práctica ha mostrado que eso ha llevado a clientilizar las Cortes”.

El exmagistrado y presidente de la Corte Suprema de Justicia, Pablo Cáceres, coincidió también en la necesidad de quitar a las altas Cortes las funciones electorales “porque eso de nombrar y hacer ternas, eso se les advirtió en el año 1991 que era inconveniente, mal estructurado”.

 

Juzgamiento

Es necesario modificar el sistema de juzgamiento de los altos magistrados y de los jueces, propuso el extogado Hernández, para quien “comportamientos, por ejemplo, como no respetar los términos deberían ser calificados como faltas disciplinarias, pero efectivas porque hoy se contemplan pero no se hacen efectivas esas faltas ni las sanciones”. Dijo que incluso hace poco se denunció que en la Corte Constitucional un magistrado demoró por cinco años un fallo de tutela.

Además propuso establecer como causa de mala conducta con una alta sanción el hecho de filtrar las ponencias que se discuten en los altos Tribunales para que no ocurra lo que ha venido pasando con las filtraciones en relación con el proceso a la elección del procurador Ordóñez.

 

Presupuesto

Es necesario aumentar el presupuesto de la Rama Judicial e incrementar el número de jueces para descongestionar los despachos judiciales, indicó el exmagistrado José Gregorio Hernández.

Edad de retiro y periodo

Dos anhelos que plasmó la Rama Judicial en la fracasada reforma a la justicia del año 2012 fue aumentar el periodo de los magistrados de las altas Cortes de 8 a 12 años, así como que la edad de retiro forzoso, hoy en 65 años, pase a 70 años.

Hernández dijo sobre el particular que esto “debe ser para los futuros magistrados, no para los actuales. Aunque eso no me parece tan importante”.

Mientras que el extogado Gaviria dijo que “me gusta que se ajusten las edades en el sentido de que la edad de retiro forzoso sea más tarde. Hay mucha gente que años después sigue con plena lucidez intelectual, pero entonces que no se llegue tan pronto a la Corte, que la edad para acceder a la Corte se aumente siquiera a 40 años”.

En tanto que el exmagistrado Pablo Cáceres consideró que está bien el actual periodo de 8 años de los magistrados de las altas Cortes, aunque “la edad de retiro forzoso sí me parece que hay que ampliarse hasta los 70-75 años”.

Añadió que no se puede desechar la experiencia y el conocimiento de un magistrado porque cumple los 65 años.

Bloques

El exmagistrado Hernández también propuso suprimir los bloques de magistrados que generalmente se arman en las Cortes, “eso es quizá una politización indebida”.

Tutela

El exmagistrado Gaviria dijo que no hay que modificar la tutela sino más bien los procedimientos judiciales con el objeto “de que se parezcan más a la tutela y de que se pueda administrar justicia con rapidez, que es lo que ha hecho confiable ante la ciudadanía la acción de tutela”.

Mientras que el exmagistrado Cáceres dijo que la tutela desbordó las posibilidades para la cual fue concebida. “Terminó convirtiéndose en algo que mutó hacia una cosa distinta bloqueando inclusive la justicia. Hay mucha argumentación demagógica que la tutela ha sido muy buena. A mí no me parece, me parece que el sistema judicial funcionaba bien sin la tutela, se hubiera dejado dentro de las dimensiones que la concibió la Constitución. Es decir, como algo que no reemplace el proceso judicial”.

No obstante, Cáceres consideró que desde el punto de vista de la política y la práctica jurídica es imposible reformar la tutela en este momento “porque no han entendido qué es la tutela y porque no se atreven”.

En este mismo sentido dijo que uno de los más grandes problemas de la justicia no reside en ella misma. “Un Estado que todos los días desde el punto de vista del autoritarismo crece,  que todos los días hay abuso, hay corrupción, hay mal manejo del poder público y afecta los intereses de los ciudadanos, pues es obvio que los ciudadanos que tienen acciones se defienden, por ejemplo usan la tutela como sea y congestionan la rama judicial”.

 

 

Consejo de la Judicatura

El exmagistrado Carlos Gaviria se mostró de acuerdo con reformar el Consejo Superior de la Judicatura. “La Sala Administrativa se ha ganado muy bien el desprestigio que en este momento tiene entre la ciudadanía, pero que al tocar ese punto no se vaya a afectar la autonomía de la Rama, y la autonomía de la Rama Judicial es una precondición para que la justicia sea confiable”.

En tanto que el exmagistrado Cáceres consideró que hay que cambiar la estructura de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura. “Lo primero que hay que hacer es sacar la Sala Disciplinaria de ahí, quitar la Sala y convertirla en un tribunal disciplinario nacional cuya integración salga de la misma justicia y no del Congreso de la República”.

Y que la Sala Administrativa, propuso, debe estar integrada por los presidentes de las corporaciones y tres magistrados de planta allí.

 

Sobredimensión de la Constitución

El exmagistrado Cáceres dijo que “uno de los problemas que tiene la justicia es la sobredimensión de la Constitución, “la Constitución Política la están llenando de normas y normas, de tal manera que le está quitando espacio a la ley, está estrangulando la función legislativa del Congreso y le está pasando a la Corte Constitucional toda la capacidad de la justicia porque si se trata de una Constitución gigantesca, solamente la podrá interpretar la Corte Constitucional con autoridad”.

Dijo que esto ha convertido el sistema jurídico colombiano en “algo monstruoso” y mal concebido.