El Barcelona y Neymar encabezaron una ola de apoyo al defensa azulgrana Daniel Alves, víctima de insultos racistas en el estadio del Villarreal, que fueron rechazados por la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff, y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

"El club quiere manifestar su total apoyo y solidaridad con el jugador Dani Alves a raíz de los insultos recibidos domingo pasado en el campo del Villarreal por parte de algunos asistentes", dijo el Barcelona en un comunicado.

El equipo azulgrana también valoró la condena del acto realizada por el "submarino amarillo", que ha identificado al autor del lanzamiento de un plátano a Alves.

"Gracias a las fuerzas de seguridad y a la inestimable colaboración de la ejemplar afición amarilla, el club ya ha identificado al autor y ha decidido retirarle el carnet y prohibirle el acceso al estadio El Madrigal de por vida", afirmó el Villarreal en un comunicado.

El lateral brasileño, de 30 años, se disponía a sacar un córner cuando cerca de él cayó un plátano al césped del Madrigal. Sin inmutarse, Alves recogió la fruta, la peló y le dio un mordisco antes de continuar con el juego.

Tras el encuentro, que ganó el Barcelona 2-3, el internacional brasileño aseguró que "llevo once años en España y once años sufriendo la misma cosa. Al final, ya me lo tomo con humor".

"Nosotros no vamos a poder cambiar eso, infelizmente. Pero si no le das importancia, ellos no consiguen su objetivo", añadió el internacional brasileño.

La acción contra Alves desató una ola de rechazo a la misma, empezando por su compatriota Neymar que colgó en la red social Instagram una fotografía comiéndose un plátano, acompañado por su hijo con otro plátano de peluche.

"Somos todos monos", afirma en el comentario de la imagen Neymar, que en otro mensaje pedía "di no al racismo" y lanzó la campaña "#somostodosmacacos" en las redes sociales.

También la presidenta brasileña Dilma Rousseff reaccionó en su cuenta de Twitter asegurando que "el jugador @DaniAlvesD2 [el usuario de Alves en Twitter] dio una respuesta osada y fuerte al racismo en el deporte".

"Brasil levanta la bandera del combate contra a la discriminación racial en la Copa del Mundo", añadió la mandataria brasileña, que aseguró que "vamos a mostrar que nuestra fuerza, en el fútbol y en la vida, viene de nuestra diversidad étnica, de la que nos enorgullecemos".

También el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, recurrió a su twitter para afirmar que "es un ultraje. Debemos luchar unidos contra cualquier forma de discriminación. Esto tendrá tolerancia cero durante el Mundial".

Las redes sociales se han llenado con mensajes de particulares apoyando al jugador e, incluso, una presentadora se comió un plátano en pantalla durante un programa de la televisión pública española para mostrar su rechazo al insulto.

La acción contra Alves, que en los once años que lleva en España desde que llegó en la temporada 2002-2003 al Sevilla ha sido objeto de numerosos insultos similares como gritos de monos, podría suponer una sanción para el Villarreal, puesto que fue recogida en el acta por el árbitro del encuentro.

El comité de competición, el órgano disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), podría así decidir el martes en su reunión semanal algún tipo de sanción para el "submarino amarillo", que esta temporada ya sufrió un multa de 6.000 euros por el lanzamiento de un bote de gas lacrimógeno durante el encuentro liguero contra el Celta de Vigo, que obligó a desalojar el estadio durante unos minutos.

En 2006, el comité de competición de la RFEF había multado al Racing de Santander por los insultos racistas que recibió el entonces delantero camerunés del Barcelona Samuel Eto'o durante un encuentro liguero.

Esta temporada, otros jugadores como el defensa brasileño del Betis Paulao o el lateral francés del Granada Allan Nyom también han sufrido comportamientos similares.