“La pescaen Malpelo está prohibida, pero el instrumento no es suficientemente fuerte. Entonces lo que esto hace es dar unos instrumentos extraordinarios para que todas las motonaves y todas las embarcaciones que estén pescando en esta zona del país puedan ser castigadas y capturadas”.

Así le explicó a EL NUEVO SIGLO el senador Juan Lozano, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), la razón de ser del proyecto número 212 de 2013 Senado, “por la cual se sanciona la pesca en la Isla de Malpelo”, radicado por él el 19 de marzo y aprobado el martes por la plenaria del Senado en segundo debate.

Lozano recordó que aunque la pesca en Malpelo está prohibida, se continúa pescando, “vulnerando un santuario de la humanidad y de Colombia”.

“La experiencia muestra que cada momento entra una motonave a llevarse nuestra riqueza cultural, como la que hay en Malpelo”, manifestó.

Según la exposición de motivos, la iniciativa establece que queda prohibido, tanto para nacionales como para extranjeros, toda clase de pesca dentro de la zona marítima circundante de la Isla de Malpelo, ubicada en el Pacífico colombiano.

Se establece que quien pesque dentro del territorio marítimo definido como perteneciente al santuario de la isla de Malpelo incurrirá en prisión de tres a seis años, y multa de mil a cincuenta mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.

La iniciativa crea el fondo especial para administración de bienes utilizados para la ilícita actividad de pesca o violación de fronteras y que se usarían, tras su incautación, para la explotación o aprovechamiento de los recursos naturales. El fondo sería una cuenta especial sin personería jurídica administrada por la Dirección General Marítima (Dimar).

Para tales efectos, las autoridades colombianas competentes decretarán el decomiso definitivo de la embarcación utilizada para la práctica ilegal de la pesca en el territorio marítimo perteneciente a la isla de Malpelo.

Cuando el infractor de las disposiciones sea un extranjero residente en Colombia, se le cancelará de forma automática su permiso de residencia, extendiéndosele dicha prohibición de expedición de visa para ingresar al territorio colombiano por un término de 20 años.

Lozano anotó que con estas medidas se logrará una extinción de dominio más rápida.

Los instrumentos sancionatorios actuales no sirven, indicó Lozano: “Las especies en Malpelo son endémicas. Lo que hay en Malpelo es un tesoro para la humanidad entera. Entonces lo que se requiere es un mecanismo especial de protección”.

Malpelo, precisó, por ser santuario de la Unesco requiere una normatividad especial.

Además, consideró que “ese es un componente muy claro frente a la reivindicación de la soberanía colombiana sobre Malpelo”, porque se trata de una normatividad que supera la retórica generando una herramienta para sancionar severamente.

Lozano indicó además que no descarta que se pueda presentar un proyecto similar para el caso de San Andrés, en lo que tiene que ver con la reserva de Sea Flower.