Insisten en mayor atención a propuestas de víctimas en diálogos de paz | El Nuevo Siglo
Lunes, 7 de Enero de 2013

Atención alas víctimas, restitución de las tierras, devolución de los secuestrados son algunas de las sugerencias de la Comisión de Paz del Congreso a la mesa de conversaciones entre el Gobierno y las Farc que se reactivara el 16 de enero.

Un día antes la Comisión de Paz del Congreso reactivará las mesas regionales y se espera que en esta segunda fase se cuente con la participación del ministro consejero Luis Eduardo Garzón, aunque él le descartó a EL NUEVO SIGLO un papel protagónico de él o cualquier otro funcionario del Gobierno.

“Como Gobierno no podemos participar, porque esa es la línea a seguir. Los equipos de nosotros están pendientes, pero como personas. Ningún funcionario del Gobierno asistirá. Esa es la determinación en la mesa de La Habana”, explicó Garzón en entrevista publicada ayer por este Diario.

Las problemáticas de cada región del país fueron expuestas por más de 3.000 colombianos, miembros de cerca de 1.500 asociaciones relacionadas con la resolución del conflicto armado en Colombia.

 

Compendio

 

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entregará el compendió de sugerencias solo a la mesa de conversaciones y no las hará pública hasta tanto no exista una autorización de los jefes negociadores.

Por ejemplo, en el foro regional de paz que se llevo a cabo en Villavicencio se denunció “que las zonas donde hay Fuerzas Militares y zonas de consolidaciones existen violaciones, despojos, embarazos no deseados. Las petroleras no respetan los derechos laborales, no contratan personas de la región, están masacrando la tierra dejando la región sin agua y obligan a pequeños campesinos a abandonar las tierras. El Gobierno se destaca por su profundo olvido y desidia. En otras palabras, el modelo minero y petrolero, y la militarización de nuestra vida están resquebrajando las bases de esta región y están dando todas las condiciones para intensificar el conflicto, con estas condiciones es muy difícil pensar en una paz duradera”.

Eso lo relató la representante por Bogotá Ángela María Robledo, del Partido Verde, integrante de la Comisión, quien llamó la atención sobre la participación de un número considerable de jóvenes que exigieron una política agraria que focalice proyectos productivos para ellos. “Queremos vivir sin tocar un arma”, afirmaron los jóvenes al reivindicar su derecho a la objeción de conciencia, según dijo la representante.

 

Factores de violencia

 

También se señaló la corrupción como factor generador de violencia. Así lo hizo en Florencia el gobernador del Caquetá, Víctor Isidro Ramírez, quien invitó a las empresas transnacionales a apostarle al proceso de paz y llamó a la mesa de conversaciones de La Habana a lograr acuerdos mínimos de respeto a la población civil. Ramírez consideró que “la paz debe permitir un desarrollo económico local justo y solidario, un fortalecimiento de la economía interna con reconversión de la producción, la protección y restauración ambiental, el rescate de la soberanía alimentaria y, por consiguiente, la generación de equilibrios económicos, sociales y políticos incorporando a los sectores poblacionales excluidos”.

En el Cauca, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), insistió en diálogos directos que deben tener el Gobierno y las Farc con las etnias. “Queremos que se dialogue con los que somos: víctimas de la guerra en el territorio. Además, porque tenemos unos derechos especiales en temas como la tierra, el territorio, la gobernabilidad y aunque éstos se han venido planteando en La Habana, no queremos que negocien a nombre de nosotros”, manifestó Aida Quilcué, líder del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).

El senador huilense Jorge Eduardo Gechem, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), dijo que las víctimas que han sufrido los rigores de la guerra tendrán mayor importancia y preponderancia en las mesas regionales que recorrerán el país en esta segunda etapa que empezará en 15 de enero.

 

A La Habana

 

Los resultados de los foros regionales fueron socializados ante los embajadores de los países amigos del proceso en un acto realizado en el Salón Constitución del Capitolio Nacional. El coordinador de las Naciones Unidas en Colombia, Bruno Moro, le entregó la sistematización de las propuestas a la Comisión de Paz del Congreso.

Posteriormente, la Comisión la entregó a los embajadores de Cuba, Jorge Iván Mora, y Noruega, Lars Vaagen, para hacerla llegar a las delegaciones del Gobierno colombiano y las Farc reunidas en La Habana.

“Esta sistematización y los libros regionales son la demostración de que Colombia está lista para hablar de paz y, sobre todo, para construir la paz. La paz será más sostenible y duradera si se toman en cuenta las propuestas, las experiencias y las iniciativas de miles de personas que han mantenido viva la esperanza y que han buscado caminos de convivencia y de desarrollo humano en todas las regiones del país”, afirmó Moro al hacer entrega de los 10 libros resultantes del trabajo de las mesas regionales.

El presidente del Senado, Roy Barreras, de La U, insistió en el deseo de paz de los colombianos: “Los colombianos queremos la paz, la queremos pronto, sin trampa. Estas Mesas se refieren al fin del conflicto armado interno. No son las opiniones del Congreso ni de los Parlamentarios, es la voz de paz de los colombianos”. 

Barreras agradeció a las Naciones Unidas, en particular al PNUD, por la forma rápida y eficaz en que atendió la solicitud del Congreso de facilitar estos encuentros regionales junto con Fescol y reconoció especialmente el activo rol desempeñado por el Coordinador de la ONU en Colombia “quien  atendió rápidamente la solicitud de las Comisiones de Paz y en tiempo record logró organizar y desarrollar estas Mesas Regionales”.

Por su parte, el representante por Bogotá Iván Cepeda, del Polo Democrático, expresó que “entregamos con esperanza esta enciclopedia para la paz, como una botella que con ilusión lanzamos al mar. Estos libros contienen no sólo propuestas. Es el esfuerzo de resistencia, de la lucha diaria, del valor civil, de los colombianos que sufren las consecuencias del conflicto armado. Por eso esperamos que los negociadores de La Habana nos den pronto la noticia del fin del conflicto armado”.