Inseguridad. Sin excepción, los empresarios del transporte por carretera denuncian una situación de inseguridad semejante a la que sufrían antes de 2003. Para escribir lo anterior, consulté a los gerentes de siete importantes transportadoras. Todos aseveran que la delincuencia les acosa mediante asaltos, robos y quemas de vehículos especialmente en las rutas Cali-Popayán-Pasto-Ipiales; Girardot-Neiva-Pitalito; Manizales-La Pintada-Medellín; Bucaramanga-Cúcuta; Bogotá-Villavicencio-Puerto López; Medellín-Caucasia-Cartagena y San Alberto-Valledupar-Santa Marta.
Trampa política. En esta ocasión, como en los cinco procesos electorales anteriores, los medios informativos brindan generoso albergue a “informes” que perjudican exclusivamente a los activistas municipales del Liberalismo y el Conservatismo. Con dañina generalización, les atribuyen fraudes, doble y hasta cuádruple votación y violación absoluta de la ley electoral. Es una trampa montada para deslegitimizar el ejercicio popular del derecho al voto. La cometen, por ejemplo, las llamadas Corporación Arco Iris y Misión de Observación Electoral (MOE). La primera pertenece a León Valencia, hombre de renombrado valor cuando se enfrentaba por las armas con la Fuerza Pública, y la segunda a Claudia López y Alejandra Barrios. El Ministerio del Interior acoge las denuncias de Valencia porque ha sido contratista suyo. Valencia, lo mismo que las señoras López y Barrios, perciben subvenciones de ONG extranjeras.
Ubicación de Mockus. Ni siquiera pelando de nuevo sus posaderas será fácil a Antanas Mockus levantarse del tercer al primer lugar entre los aspirantes a la Alcaldía bogotana. Con 13% de inclinación de voto, está nueve puntos debajo de Enrique Peñalosa y le faltan seis para superar a Gustavo Petro. Sus erráticos procederes lo ubicaron entre los aspirantes a cargos públicos que no llaman positivamente la atención.