Los senadores Marco Rubio y Ted Cruz montaron un duro ataque contra el favorito de la carrera republicana a la Casa Blanca, Donald Trump, durante el debate de anoche, acusando al millonario de hipocresía en sus posturas migratorias.
Rubio, visto por muchos como el favorito de los líderes republicanos para detener la carrera del magnate, acusó a Trump de haber "contratado un número importante de personas de otros países en trabajos que pudieron haber tomado estadounidenses" en sus desarrollos inmobiliarios del magnate.
"Si construye el muro como construyó las Torres Trump, va a usar mano de obra de inmigrantes ilegales", señaló.
Rubio también acusó a Trump de fundar una "universidad falsa" que cobraba una matrícula de miles de dólares, y dijo que si el hombre de negocios no hubiese recibido una millonaria herencia de su acaudalado padre estaría "vendiendo relojes en Manhattan".
Trump devolvió los golpes.
"He contratado a miles de personas", dijo en su acalorado intercambio con Rubio. "Tú no has contratado a nadie, mentiroso", añadió.
Cruz se introdujo en la discusión señalando que Trump financió a congresistas demócratas y a una reforma migratoria que fracasó en 2013.
La temperatura subió desde el principio del debate, realizado en el Moores Opera Center de la Universidad de Houston (Texas, sur), crucial antes del "Súper Martes", la cita del 1 de marzo cuando 11 estados votarán en las primarias, con un cuarto de los delegados en juego.
Rubio y Cruz, hijos de inmigrantes cubanos pero vistos con recelo por la mayoría de los 57 millones de latinos en Estados Unidos por sus duras posturas sobre migración, desafiaron las percepciones sobre la identidad de esa comunidad.
Cruz acusó a los medios de propagar la idea de que "solo puedes ser hispano si eres liberal".
"Eso puede tener sentido en los medios pero cuando competí por el Senado en Texas, logré 40% del voto hispano (...) defendiendo principios conservadores", indicó el senador.
Rubio remarcó que es "increíble" que dos hijos de inmigrantes latinoamericanos estén compitiendo por llegar a la Casa Blanca, lanzando dardos contra los candidatos del partido Demócrata, el senador Bernie Sanders y la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.
"Somos un partido de la diversidad. No el partido demócrata", dijo.
"El sentimiento más poderoso de la comunidad hispana es el deseo de que tus hijos sean más exitosos que tú. Eso es lo que defendemos. No el socialismo, como Bernie Sanders y cada vez más Hillary Clinton", añadió. /AFP