El juicio contra el astro argentino Leo Messi y su padre por un millonario fraude fiscal empezó en Barcelona sin la presencia del jugador, que se excusó por una lesión lumbar a una semana de su primer partido en la Copa América.
El futbolista del FC Barcelona y su padre Jorge Horacio no declararán hasta el jueves como acusados de defraudar 4,16 millones de euros (4,63 millones de dólares) al fisco español, procedentes de los derechos de imagen del futbolista entre 2007 y 2009.
"Mañana (miércoles) no irán al juicio, entre otras cosas porque Lionel está viajando desde Argentina y ni aunque quisiera podría llegar", afirmó a la AFP el abogado Javier Sánchez-Vera, encargado de la defensa de Jorge Horacio Messi.
El proceso se centró este martes en las cuestiones previas. La defensa alegó que se habían vulnerado los derechos fundamentales de sus clientes durante la investigación y denunció la fuerte presión del fisco sobre Messi, que recibió 21 inspecciones en dos años, pero sus argumentos fueron rechazados.
Al cabo de una hora, la sesión fue aplazada por la incomparecencia de los testigos previstos: la madre del futbolista, que ejerció su derecho a no declarar, y tres representantes de las empresas de la presunta red defraudadora.
Se reanudará el miércoles por la mañana con interrogatorios a testigos y peritos antes de la declaración el jueves de los dos acusados.
Sus abogados explicaron que el futbolista quería acudir al juzgado este martes pero no pudo debido al golpe en la espalda sufrido la semana pasada en su último amistoso con la selección argentina de preparación para la Copa América Centenario, que comienza el viernes.
La ausencia del astro argentino no evitó una fuerte expectación mediática: periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión de países tan lejanos como China, Catar y por supuesto Argentina, se agolpaban a la entrada del juzgado.
La acusación reclama para los dos una multa equivalente a la cantidad defraudada y 22 meses y medio de prisión. Al no tener antecedentes judiciales muy probablemente la pena de cárcel no se aplicaría.
Después de ganar la Liga y la Copa del Rey en España con el Barça, el quíntuple ganador del Balón de Oro vio interrumpida su preparación para la Copa América Centenario por este este escándalo extradeportivo que lo persigue desde junio de 2013.
Una vez termine su declaración, volverá a Estados Unidos para la concentración de la albiceleste, que debuta en la competición el 7 de junio contra Chile.
- "No sé lo que firmo" -
Se espera que la declaración del astro, de 28 años, sea similar a la que hizo hace casi tres años ante la jueza de Barcelona que instruyó la investigación.
"Firmé las cosas, pero nunca miro los contratos. No sé lo que firmo", había declarado el futbolista en septiembre de 2013 ante la magistrada, según fragmentos de dicha declaración publicados el lunes por el barcelonés Periódico de Cataluña.
Según esta información, la juez había mostrado varios contratos de patrocinio firmados por Messi que éste no consiguió recordar. "Nunca miré el tema del dinero. Es algo que maneja mi papá. Y confío en él. Yo me dedico a jugar a fútbol".
Él y su padre están acusados de haber organizado una red de empresas pantallas en Belice y Uruguay, considerados paraísos fiscales en aquella época, para esconder esos ingresos. Hasta ahora los Messi se han esforzado por desvincular al jugador de la gestión económica de su fortuna.
La fiscalía dio por buena esta versión y reclamó el sobreseimiento de la causa contra el jugador pero la abogacía del Estado, representante de la Hacienda española, decidió mantener la acusación.
Estos escándalos no parecen sin embargo haber dañado en lo más mínimo la popularidad del futbolista, considerado por la revista Forbes uno de los cuatro deportistas más ricos del mundo con ingresos anuales de 64,7 millones de dólares.
Ni la Asociación del Fútbol Argentino ni el FC Barcelona, objeto también de un procedimiento judicial por el turbio fichaje del brasileño Neymar, dudaron en ningún momento de la inocencia del jugador.
La afición tampoco le retiró su apoyo y sigue coreando con fuerza su nombre en cada partido en el Camp Nou.