Aunque ayeren la madrugada varios ciudadanos, principalmente, conductores de taxi, esperaban que los establecimientos nocturnos estuvieran abiertos hasta las 6 de la mañana, la medida para que se prolongue la rumba no está tomada.
En efecto, la Administración distrital a través de su Secretaría de Gobierno confirmó que aún no se ha tomado ninguna medida en relación a la iniciativa de ampliar el horario de atención en las zonas de rumba, ya que esta es una propuesta que el secretario Guillermo Alfonso Jaramillo le hizo al alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro, para ser socializada y estudiada.
Es de recordar que esta propuesta de 24 horas de rumba surgió el 11 de mayo de 2009, luego del asesinato de Juan Pablo Arenas en la Zona Rosa de Bogotá, cuando el Concejo empezó a gestionar un proyecto de acuerdo para hacer de la rumba una actividad más “responsable” y así crear sitios donde ésta funcione las 24 horas.
Para el secretario Jaramillo, este es el momento de mirar con toda la gente, con los residentes de los sectores en cuestión, propietarios de los centros nocturnos, la Policía Metropolitana de Bogotá, la institucionalidad y la misma opinión pública, si la ciudad puede tener 24 horas de esparcimiento.
“Esto no es una medida. Solo estamos proponiendo algo para que haya debate. Hasta el momento no hay ninguna decisión o decreto sobre el tema”, señaló el funcionario.
Luego de haber asistido a la discusión presentada en el Concejo sobre bares, Jaramillo se dirigió a la ‘Cuadra Alegre’, donde escuchó los comentarios e interrogantes de quienes participaron y les expuso su iniciativa. Al final, se llegó a un acuerdo entre la Administración y los dueños de los establecimientos para crear unas mesas de conversación que permitan verificar si esta idea puede ser una realidad o no.
“Por eso están equivocados algunos concejales. Nosotros no hemos tomado ninguna determinación”, advirtió.
Insistió en que así como la Administración ha venido manteniendo la restricción al consumo del alcohol en muchas zonas de Bogotá, concretamente a las tiendas, canchas de tejo, galleras y billares, también se considera que hay que darle una oportunidad a ciertos sectores en donde se ve que hay avances en materia de seguridad y convivencia.
Dentro del plan de trabajo planteado con los propietarios y residentes participantes se contemplan algunos puntos básicos como tener una excelente seguridad industrial en cada establecimiento, garantizar que no se expenda licor adulterado, la no comercialización de estupefacientes y no permitir la entrada a menores de edad. En otro aspecto, si un cliente se embriaga, el establecimiento debe garantizarle la seguridad para que sea llevado a su residencia, iniciativa que debe ser apoyada por los taxistas, quienes también deben involucrarse en el tema de la rumba sana.
“Todo tiene que estar dentro de la normatividad tanto de la Administración como de la Policía Nacional. Deben haber unos acuerdos muy claros para saber si se logra una absoluta seguridad de los clientes”, señaló el Secretario de Gobierno.
Jaramillo argumentó que se trabaja con algunos concejales de varias bancadas para reactivar el proyecto de acuerdo ‘Bogotá 24 horas’, que desde hace cuatro años se viene planteando. La idea es que en éste se puedan incluir diversos tipos de establecimientos como restaurantes, centros comerciales, bancos, discotecas, cines, etc.
De otro lado, pero en el mismo debate, la concejal Soledad Tamayo, del Partido Conservador, sostuvo que en la ciudad están proliferando cada vez más este tipo de establecimientos con distintos matices, con diferentes fachadas, los cuales violan las normas sobre usos del suelo, del código de policía y de seguridad industrial.
“En buena parte se debe a la supresión de las licencias de funcionamiento y a la laxitud y ambigüedad de las normas requeridas para la apertura y funcionamiento de estos establecimientos, toda vez que con la expedición de la Ley 232 de 1.995, se estableció que ninguna autoridad podrá exigir licencia o permiso de funcionamiento para la apertura de los establecimientos comerciales o para continuar su actividad si ya la estuvieren ejerciendo, ni exigir el cumplimiento de requisito alguno, que no estén expresamente ordenado por el legislador”, explicó la concejal conservadora.