En apenas seis meses, la inflación duplicó el rango máximo del 4% establecido a comienzos de año y llegó a 8,6% en junio. Esta trepada en el costo de vida de los colombianos, tiene contra las cuerdas no solo al Gobierno sino también al Banco de la República, a los gremios de la producción y, desde luego a los consumidores.

Al Gobierno porque insiste en dejar una meta de 6%, al Emisor porque no ha dado resultado la política monetaria y el incremento de las tasas de interés para desmotivar la demanda y el consumo, y a los gremios porque ven cómo se desbordan sus previsiones en los presupuestos.

Para los consumidores, han tenido que soportar que en lo que va transcurrido de año, sus ingresos disminuyan y tengan que emplear más dinero para la compra de alimentos y bienes básicos de la canasta familiar.

Según el informe del DANE, los grupos de gasto que registraron mayor inflación mensual fueron diversión con 3,17 %, salud con 0,66% y alimentos con 0,5%. Por su parte, las menores alzas de precios se registraron en los sectores de educación con 0,03% y comunicaciones con 0,04%, de acuerdo a la entidad.

La variación de los últimos 12 meses fue del 8,6%, que es superior en 4,18% a la registrada en junio del año anterior. Con estos resultados, la inflación continúa con su tendencia alcista en 12 meses. Durante el primer semestre de 2016 los precios al consumidor acumularon una variación de 5,10%. Esta tasa es superior en 1,77 puntos porcentuales a la registrada para el mismo período del año 2015.

La ciudad que tiene la variación más alta es Cúcuta con 10,06% y es la única ciudad con un incremento mayor al 10%; por el contrario, la ciudad con el menor incremento es Quibdó con 5,83%.

Sorpresas

Para la economista jefe del BBVA, Juanita Téllez, “el dato de junio resultó sorpresivo principalmente por la inflación de alimentos, y en menor medida por la lenta desaceleración que está teniendo el grupo de transables y por el alza inesperada en las tarifas de energía eléctrica”.

Así mismo agregó que ya se están  logrando corregir los precios de los productos perecederos y que se espera que la inflación tome una senda decreciente para lo que resta del año. “Esperamos mayores correcciones en la inflación de alimentos y una desaceleración de la inflación de regulados”.

De otro lado expresaron su preocupación por el lento descenso en la inflación de transables, junto con la sorpresa de los datos de junio, que representan un sesgo al alza de aproximados 6,2% de crecimiento del IPC que esperaban para fin de año.

Entre tanto, el presidente de la Sociedad Colombiana de Agricultores (SAC), Rafael Mejía, afirmó que la noticia tiene sus inicios en el 2015, cuando el país produjo alrededor de 32 millones de toneladas de alimentos, exportó 4,4 millones e importó 11 millones y medio de toneladas. Por ende, terminó con una inflación de alimentos del 10,85%.

Efectos

“El primero de enero encontramos que iba a haber el fenómeno del Niño, que la devaluación iba a afectar ese 30% de alimentos importados que teníamos, pero fuera de eso afectaría la parte correspondiente a los insumos”, señala.  Entre tanto, para el mes de enero la inflación de alimentos estuvo en el 2,8%, para el mes de mayo ya se había presentado en 0,46%.

“La tendencia era a la baja, pero entrando el mes de junio, inicia el paro de camiones y terminamos el semestre con un 8,6% y de 14,28 acumulada en alimentos”, sostuvo el dirigente gremial.

Para junio la cifra fue de 0,50% más alta que la de mayo. Al respecto, Mejía agregó que “es frustrante ver que el esfuerzo del sector privado, del Ministerio de Agricultura y sus entidades, de producir y tener oferta de comida, no se pudo transportar a los consumidores, ¿quién perdió? el país, ¿quién ganó? una minoría llamada transportadores de carga”.

Además, el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández, remitió una carta al presidente de la República, Juan Manuel Santos, expresando su profunda preocupación acerca de los efectos que ha dejado el paro a la economía nacional. Hernández se refirió a la inflación en el arroz, afirmando que referente al valor del consumidor, en mayo hubo una disminución del 5,4% y en el mes de junio bajó 1,6%, completando así un 7%.

“Hablando de los productores, tanto la devaluación como la inflación, son la causa de los incrementos en costos para los productos importados como fertilizantes, materias primas y agroquímicos. Nosotros eso lo sabíamos desde que miramos las estadísticas del costo de los insumos y la producción del arroz, no es nuevo para nosotros”, sostuvo.

Los productos de la canasta familiar que se vieron mayor afectados fueron el tomate con 27,6%, la cebolla con 22,3%, y el tomate de árbol con alza del 10,8%. Sin embargo hubo productos que registraron disminución, entre ellos la mora en -13,7%, la arveja en -11,1% y la naranja con -5,79%. Dicho así, durante este año, el grupo de alimentos ha registrado las siguientes variaciones: enero (2,82%), febrero (1,44%), marzo (1,62%), abril, (1,26%), mayo (0,46%) y junio (0,50%).

Por su parte, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseguró al conocer el reporte del DANE sobre la variación del IPC para junio de 2016 que se ubicó en el 0,48%, que los colombianos pueden estar tranquilos de que el Gobierno nacional con todas sus entidades están haciendo todo lo necesario para que la inflación baje en el país.

“Las familias colombianas pueden tener la tranquilidad que tanto el Gobierno nacional como el Banco de la República estamos pendientes de esta situación. Nosotros tenemos el firme compromiso de que la inflación baje. Ese es un objetivo prioritario”, enfatizó el funcionario.

Y agregó que “con las medidas que estamos adoptando la inflación debe bajar, por que la inflación es mala para todos, pero especialmente para las personas de bajos ingresos (…) sabemos lo importante que es para las familias colombianas. El problema de las familias colombianas es nuestro problema, lo que sienten los colombianos, lo sentimos nosotros”.