Si en el actual panorama económico del país, el comportamiento de la inflación varía y empieza a recibir presiones de algunos sectores como el de los alimentos, habría un cambio en el desarrollo de la política monetaria. Sin embargo, este entorno, todavía no es contemplado por los analistas de mercados.
Para el director de investigaciones económicas de Credicorp Capital, Daniel Velandia, en las últimas minutas del Banco de la República, destaca que “los miembros de la Junta Directiva consideraron que hay claros indicios de que la brecha del producto y la actual desviación de la inflación observada frente a la meta (brecha de inflación) se irán cerrando a lo largo de 2014. Esto confirmaría nuestro escenario base de una muy baja probabilidad de un nuevo recorte de tasas de interés (si nada extraordinario ocurre)”.
De hecho, cabe recordar que el Gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, mencionó la semana pasada que los economistas del Emisor habían revisado el crecimiento potencial del PIB, concluyendo que éste es similar al estimado 6 meses atrás.
Por otra parte, el documento señala que si bien la situación para 2014 es incierta (lo que se refleja en el amplio rango de crecimiento estimado), se espera que el PIB durante este año se expanda a tasas similares a las registradas para todo 2013, destacando entre los factores que mantendrían la dinámica del crecimiento: i) un mayor dinamismo de la demanda externa y de los socios comerciales, ii) un flujo de IED que seguirá siendo favorable, iii) una política monetaria que seguiría teniendo efectos expansivos sobre la actividad real, iv) una inflación baja que favorecería el poder adquisitivo del ingreso de los hogares, y v) un mercado laboral que seguiría mostrando un dinamismo importante.
“Por lo tanto, ante unas expectativas favorables en materia de actividad económica, continuamos previendo que la trayectoria futura de la política monetaria dependerá del comportamiento de la inflación, en mayor medida, con el riesgo de una tasa repo inalterada por un mayor tiempo al previsto actualmente por nosotros, según los resultados de nuestra Regla de Taylor, dado el actual grado de incertidumbre”, señala el analista.
En diciembre el crecimiento del crédito total se desaceleró, aunque continúa siendo superior al aumento del PIB nominal. Las tasas de interés nominales de crédito se redujeron y las de consumo e hipotecarias permanecieron relativamente estables. En términos reales se mantienen por debajo de sus promedios históricos (exceptuando las de tarjetas de crédito) e impulsan el crecimiento económico.
Se destaca entre los miembros la incertidumbre existente sobre el efecto en la economía colombiana que pueda tener la normalización de la política monetaria de los Estados Unidos, directamente y a través de su impacto en otras economías emergentes.
Sin embargo, la junta recalcó el buen funcionamiento del marco de política monetaria, compuesto por el esquema de inflación objetivo y la flotación cambiaria, para afrontar los choques externos.
Así, la brecha presente entre la inflación observada y la meta del Banco, el débil traspaso de la depreciación nominal al nivel de precios al consumidor, y un bajo nivel de descalces cambiarios en la economía, permiten que el tipo de cambio absorba los efectos de la coyuntura internacional, sin generar traumatismos a la economía colombiana y sin poner en riesgo el cumplimiento de la meta de inflación.
Para el cuarto trimestre de 2013, el equipo técnico proyecta un crecimiento económico entre 4% y 5%, con 4,5% como cifra más probable. El consumo de los hogares crecería a tasas similares a la de su promedio histórico. El mayor aumento lo presentaría la inversión. Las exportaciones se acelerarían pero con una dinámica inferior al de las importaciones. Por el lado de la oferta, los mayores crecimientos se presentarían en la construcción (edificaciones y obras civiles) y la agricultura.