La inflación de Brasil fue de 5,84% en 2012, por tercer año consecutivo por encima del centro de la meta del gobierno, tras un fuerte repunte al final del año que debe extenderse al inicio de 2013.
La inflación de diciembre, de 0,79%, fue la mayor mensual desde marzo de 2011 (entonces también de 0,79%) y se ubicó por encima del 0,6% de noviembre, según informó el jueves el oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Analistas y operadores de mercado, consultados hace una semana por el Banco Central, esperaban una inflación menor en la sexta economía del mundo y la mayor de América Latina: de 0,69% en diciembre y 5,73% en el año.
El mercado ya ha indicado que para 2013 aguarda una inflación en niveles parecidos a los de 2012, de 5,49%.
El presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, reconoció que "en la segunda mitad de 2012 se observaron presiones de precios" que atribuyó principalmente al "segmento de commodities (materias primas) agrícolas", en un año de fuertes sequías en Estados Unidos y otros países como Brasil.
Alimentos y bebidas aumentaron 9,86% en 2012 en Brasil. Otro segmento que registró fuertes alzas e impulsó la inflación fue el de gastos personales (+10,17%) y educación (+7,78%).
"En el corto plazo, la inflación muestra resistencia", expresó el presidente del Banco Central en un comunicado. Pero aseguró que "a lo largo de 2013" se espera que "reanude la tendecia declinante".
El gobierno mantiene la meta de alcanzar una inflación anual de 4,5%, aunque con un margen de tolerancia que llega hasta la cota de 6,5%.
En 2011, Brasil cerró con su mayor inflación en siete años, justamente al borde de la meta en 6,5%, y esperaba alcanzar un nivel por debajo de 5% en 2012.
"Brasil comienza el año con noticias peores de lo que esperaba, con una inflación más alta de lo previsto, pero también una producción industrial que no consigue arrancar", expresó a la AFP la analista del Instituto Brasileño de Economía (IBRE) de la Fundación Getulio Vargas, Silvia Matos, al recordar que el PIB del país habrá crecido poco menos de 1% en 2012, principalmente con una industria en baja.
"Los tres últimos meses del 2012 empujaron con fuerza la inflación, el gran culpable puede decirse que fueron las commodities agrícolas", dijo a la AFP el analista de la calificadora de riesgo Austin Rating, Rafael Leao.
Aunque comenzará el año todavía con fuerza, la inflación brasileña debe cerrar 2013 levemente por debajo del resultado de este año, "porque el salario mínimo debe crecer menos, se espera mayor equilibrio en los precios de los alimentos con la mejora de las cosechas y un crecimiento más moderado del crédito", manifestó el analista.
Pero, advirtió: el mayor peligro para la inflación en 2013 es un esperado aumento de los precios de los combustibles.
Aunque por encima de lo previsto inicialmente, la inflación brasileña todavía se mantiene en la tónica de la de muchas economías emergentes, destacó el analista.
El problema es que su crecimiento económico es mucho menor. Para 2013 las proyecciones también se han ido moderando y rondan 3,26% de crecimiento.
Para Matos, "no hay fórmulas mágicas" para enfrentar esos dilemas y Brasil tendrá que hacer un esfuerzo en aumentar la inversión interna y al mismo tiempo emprender las grandes reformas estructurales que el país precisa para mejorar sus altos costos, burocracia e infraestructura.
AFP