En peligro está la sobrevivencia de su partido, la Liga del Norte, - aliado clave de Silvio Berlusconi- por la caída del histórico líder de la ultraderecha italiana, Umberto Bossi, al tiempo que se modifica completamente el panorama político de Italia.
La dramática salida de Bossi, tras las revelaciones de una serie de ilegalidades y malversaciones dentro de su partido, emblema de la lucha contra la corrupción, constituye un verdadero "terremoto" político en Italia.
Para muchos editorialistas se trata del "final de una era" y si bien Bossi conserva su puesto de presidente honorario, en realidad su salida de escena tendrá consecuencias en el Parlamento y sobre todo dentro de la derecha.
"De repente cambia el perfil de la derecha italiana y de todo el panorama político nacional", subraya el diario La Stampa, que recuerda la firme alianza de Bossi con Berlusconi.
El hombre que fustigaba sin cesar a la "corrupta clase política" y el abanderado de la lucha por la legalidad y el buen gobierno, paradójicamente se vio obligado a renunciar por estar involucrado en un escándalo de corrupción.
"Bossi cayó víctima de su propio invento. Se acabó una época", comentó el líder de izquierda Nichi Vendola, quien considera que el principal problema de Italia, "su mal oscuro", es "la ausencia de moralidad de su clase dirigente".
El carismático "padre patrón" de la Liga Norte, 70 años, conocido por sus violentos discursos secesionistas, insultos y posiciones xenófobas, renunció a su cargo de secretario general de su partido tras las investigaciones judiciales abiertas contra su formación por presunto fraude, financiación ilegal y conexiones con la mafia calabresa 'Ndrangheta.
El político que se hizo famoso con discursos contra la llamada "Roma ladrona", que insultaba la bandera italiana con la que decía se limpiaba el trasero y que había sobrevivido al derrame cerebral que sufrió en 2004, que lo dejó balbuceando y con dificultades para caminar, se había rodeado de un "círculo mágico" de asistentes y familiares que al parecer desviaban recursos oficiales para sus propias necesidades y placeres.
La policía financiera, que registró la oficina milanés de la Liga Norte, descubrió cheques, contratos falsos y dinero en efectivo destinado a cubrir las "exigencias personales" de los familiares del líder de la Liga del Norte, como vacaciones, compra de automóviles de lujo y hasta el pago del dentista de uno de sus dos hijos con dineros del erario público.
La caída de Bossi suscitó rabia y tristeza entre los militantes de la Liga Norte, que lo veneran como a un "caudillo" y que están convencidos de que ha sido víctima de una conspiración interna.
Un triunvirato, formado por Roberto Calderoli, Roberto Maroni y Manuela Dal Lago quedó al frente del partido hasta su próximo congreso, previsto para octubre próximo./AFP